Una tormenta, así se podría calificar la final de la Copa Libertadores, que aún se desconoce cuándo y dónde se jugará el partido de revancha entre Boca Juniors y River Plate, la cual debió ser jugada el fin de semana en el Estadio Monumental trasandino.
Desde Argentina informan que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) tendría pensado realizar el esperado partido que en Emiratos Árabes Unidos, debido a que no se puede jugar durante esta semana debido a que el G-20 se llevará a cabo en Buenos Aires, por lo que las medidas de seguridad hacen imposible su desarrollo.
Además, el país asiático es una buena alternativa debido a que en ese lugar se llevará a cabo el Mundial de Clubes, certamen donde el campeón de la Libertadores.
“Más que hablar de seres humanos, es hablar de salvajes. Los atacantes eran personas que iban a ver un partido y destrozna el bus del rival para que no hubiese un partido, parece una locura“, aseveró Nicolás Vergara en Hablemos en Off.
Por su parte, Matías del Río señaló que “este partido no se juega por decisión de Boca (…) Fue tal la presión de los hinchas que tuvo que salir Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, a dar explicaciones del motivo de esta situación”.
Del Río destacó la columna “Boca – River: retrato de una Argentina desquiciada” de diario El País y aseguró “que nos contextualiza que lo que ocurrió este fin de semana es un detalle de lo que que está pasando en el país”.
“Lo que ocurrió el fin de semana no es nada ajeno de lo que se ha convertido un país piquetero donde está mandando la política, la empresa, el fútbol se mostró la parte más podrida de una sociedad que no se aguanta así misma”, aseveró el periodista.
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