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9 Enero

Sedentarismo y consumo de alcohol son los principales factores que aumentan la depresión

Foto: Bupa Latinoamérica

El estudio del Centro de Estudios Longitudinales (CEEL UC) de la Universidad Católica y la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), llamado Termómetro de la Salud Mental en Chile, presentó su décima ronda, revelando datos sobre la conexión entre el sedentarismo, la depresión y el consumo de alcohol de riesgo.

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9 Enero, 2025

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Según el informe, Termómetro de la Salud Mental en Chile, dio a conocer que aunque los niveles de sedentarismo han disminuido en los últimos años, de un 40% en abril de 2021 a un 26,2% en 2024, el vínculo entre este hábito y la depresión sigue siendo significativo.

El estudio revela que el 47,7% de quienes tienen síntomas leves o moderados de depresión son sedentarios, mientras que el 46% de quienes presentan síntomas severos enfrentan dificultades extremas en sus actividades diarias y relaciones personales. Además, el 54% de las personas con insomnio reportaron síntomas depresivos moderados o severos.

“Uno de cada siete personas de 18 años o más presenta síntomas de depresión, lo que equivale a cerca de dos millones de personas”, advierte el director del CEEL UC a David Bravo. La situación es especialmente preocupante en las mujeres, quienes presentan una prevalencia casi el doble que los hombres.

Además, mencionó que las cuarentenas redujeron significativamente la actividad física. Sin embargo, tras su fin ha disminuido el sedentarismo gracias al retorno a la normalidad y una mayor conciencia sobre la importancia del ejercicio.

Asi mismo, Daniela Campos, psicóloga y Jefa Técnica de Riesgos Psicosociales de la ACHS destaca que: “Durante la pandemia, muchas personas comenzaron a hacer ejercicio en casa, y algunos han mantenido ese hábito a pesar del retorno a la normalidad”. Sin embargo, advierte que la magnitud de la baja podría ser aún mayor si se refuerzan estrategias para fomentar el movimiento en la población.

¿Cuál es la relación con el alcohol?

El informe también destaca un preocupante aumento en el consumo de alcohol de riesgo, que afecta al 9,5% de la población. Este tipo de consumo se asocia con mayores niveles de síntomas depresivos, insomnio y sedentarismo. Daniela Campos señaló que el alcohol se ha convertido en un mecanismo de afrontamiento para muchas personas, agravando los problemas de salud mental.

Este patrón es más frecuente en hombres, aunque el aumento generalizado afecta a diversos grupos. La tasa de consumo de alto riesgo es mayor en hombres, lo que sugiere que siguen siendo más propensos a desarrollar patrones problemáticos de ingesta de alcohol”, señala Campos. Sin embargo, el alza generalizada indica que el problema afecta a distintos grupos de la población y no se limita solo al género.

Los expertos sugieren que factores como el estrés, la soledad, el agotamiento laboral y los síntomas depresivos podrían estar impulsando este consumo, utilizado como mecanismo de afrontamiento. Campos, mencionó que: “Los síntomas de depresión se manifiestan más frecuentemente entre quienes reportan consumo de alcohol de riesgo y sedentarismo”.

¿Cuáles son los factores que aumentan la depresión?

Además del sedentarismo y el consumo de alcohol, los otros factores que aumentan la depresión son el aislamiento social, la falta de redes de apoyo y condiciones laborales adversas.

Además, las personas sin seguro de salud o afiliadas a Fonasa presentan mayores niveles de depresión en comparación con quienes están en Isapre. Las personas con altos niveles de deuda presentan una prevalencia de síntomas severos del 44%, en comparación con el 8% que no enfrentan problemas financieros.

En este sentido, David Bravo, mencionó: “Esto muestra que un mayor crecimiento económico, asociado con mayor empleo e ingresos, se traduce también en una mejor calidad de vida y salud mental”.

A pesar de los avances en algunos indicadores, el sedentarismo y la depresión siguen siendo desafíos de salud pública.“No conocemos una estrategia que aborde el problema en toda su dimensión”, agregó.

Por último, mencionaron que uno de los principales desafíos es la falta de consulta con especialistas: cerca de la mitad de quienes presentan síntomas de depresión no sienten la necesidad de buscar ayuda profesional, y muchos otros enfrentan barreras de acceso. “Es fundamental fomentar el bienestar emocional desde edades tempranas y reducir el estigma asociado a buscar ayuda”, enfatizó Campos. También se requiere fortalecer las redes de apoyo, promover estilos de vida saludables y garantizar espacios laborales más seguros y satisfactorios.

 

 

 

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