Con la llegada del invierno, muchas personas se sienten con menos energía e incluso tristes, pero, esto es más normal de lo que se piensa y cuenta con estudios respecto a lo que significan estos sentimientos a la hora de que bajan las temperaturas.
De hecho, esta sensación tiene un nombre: Trastorno Afectivo Estacional (TAE) o también conocido como depresión invernal, el que podría verse potenciado por las poca exposición al aire libre y horas del día.
En este sentido, el psiquiatra de la Clínica UC-Christus, Dr. Felipe Silva, comentó a Qué Pasa de La Tercera que esta sensación se puede presentar en personas que tienen depresión y en aquellos que no.
Incluso, algunas de las sensaciones que se tienen en el TAE son bastante similares a las que se experimentan en cuadros de depresión, como no querer levantarse ante la ausencia de luz o con temperaturas muy bajas.
“Por ejemplo, alguien podría sentir fatiga y cansancio a pesar de haber dormido ocho o nueve horas. También puede ocurrir un aumento del apetito, ansiedad por algunos alimentos ricos en calorías, y todos esos síntomas suelen presentarse durante estos periodos invernales”, detalló.
Además, la psicóloga y jefa del equipo de Salud Mental Clínica Bupa Santiago, Ester Laherrán, dijo que una persona que sufra de este trastorno puede llegar a sentir “tristeza persistente, desesperanza y sentimientos de inutilidad, lo que afecta a un 92% de quienes tienen depresión estacional”.
La especialista detalla que hasta el 60% de los pacientes con TAE pueden llegar a sufrir una mayor irritabilidad, problemas de concentración en la toma de decisiones, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar o aislamiento social.
Quiénes puedes sufrir de la depresión estacional
Estas sensaciones, relata Silva, “tienden a afectar ocho de cada diez veces a mujeres, parece ser muy preferente con el sexo femenino, y dentro de eso afecta a mujeres en edad fértil”.
Aunque el experto también relata que algunos adolescentes, niños o adultos mayores, también pueden llegar a atravesar estos cuadros, aunque predominantemente en mujeres en ciclos hormonales.
De igual manera, las áreas geográficas, donde hay menos luz natural, también juegan un papel importante: “Nuestro país, sobre todo en las zonas al extremo sur, también tiene esas características. Si uno hiciera estudios, por ejemplo, en las regiones de Aysén y Magallanes muy probablemente tendrían una prevalencia, una frecuencia un poco más aumentada”.
Esto se da, ya que el llamado reloj biológico se ve afectado, porque este “está sincronizado en temporadas del año donde el estímulo lumínico es más bajo, su cerebro se desregula y cae en estos estados depresivos”.
También se pueden asociar los TAE a herencias, puesto que personas que tienen familiares con depresión son más propensos a tenerlo.
Cómo enfrentarlo
Si es que notas graves cambios en tu estado de ánimo ante las distintas estaciones, en primer lugar, es recomendable informarlo a un especialista, para que este sea diagnosticado.
De esta forma, y una vez diagnosticado este trastorno, se puede tratar mediante fármacos como antidepresivos o modificando el estilo de vida, aunque Silva declaró que “quizás el tratamiento más emblemático es la luminoterapia”.
Esto busca “volver a sincronizar al reloj biológico” de la persona que se somete a dicha terapia, donde los pacientes “utilizan estos tratamientos ellos mismos en sus casas, y eso les ayuda a ir regulando su reloj biológico, que a su vez regula el estado del ánimo”.
Por otro lado, la especialista, Ester Laherrán, explicó que un estilo de vida distinto al que se llevaba adelante también puede generar un gran cambio en aquellas personas que atraviesen estos cuadros.
“La consistencia en las actividades diarias puede mitigar la sensación de caos asociada con TAE. Así también, una dieta rica en frutas, verduras, proteínas y granos enteros puede mejorar el bienestar general y combatir los antojos de carbohidratos, mientras que pasar más tiempo al aire libre y maximizar la exposición a la luz natural, puede ser beneficioso para quienes padecen de depresión estacional”, profundizó.