El Jardín Botánico de Viña del Mar, fue uno de los lugares más azotados por los incendios en la Región de Valparaíso. “Se quemó más del 90%, creo que quedan como dos hectáreas que se salvaron, de las 400 que tiene el parque”, sostuvo el director del jardín Alejandro Peirano.
A pesar de la tragedia, los brotes de un árbol extinto proveniente de la Isla de Pascua lograron sobrevivir a las llamas. Estamos hablando del Toromiro, que es autóctono de Rapa Nui y era utilizado para realizar distintos tallados.
Este árbol fue declarado extinto por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (IUCN) en 1960, lo que llevó a implementar el Plan Nacional Conservación de Toromiro desde 2011.
“El primer registro de esta especie en cultivo data entre 1919 y 1920, en el Jardín Botánico de Gotemburgo, Suecia. Esta cepa no sobrevivió”, se describe en el Plan de Conservación.
Hubo varios intentos de lograr que el Toromiro sobreviviera, con jardines muy avanzados, como es el caso de Estados Unidos, Australia, países europeos y Chile. Al ser un árbol declarado extinto por la IUCN, solo se puede encontrar en lugares controlados para su florecimiento.
En el vivero Mataveri Otai en Rapa Nui se encuentran 20 de estas plantas en etapa juvenil, siendo las únicas especies en la zona según información de Conaf. Las condiciones climáticas han dificultado que el Toromiro pueda volver a florecer en su hábitat natural debido al cambio que ha sufrido la zona en el transcurso de los años, además de la presencia de otras especies invasoras de la flora de la isla, que afectan principalmente los suelos.
En cuanto a los ejemplares que se encuentran en el Jardín Botánico de Viña del Mar, todavía no se ha entregado la información de un número exacto.