¿Cómo se producen las pesadillas?

Sueño
Estos procesos, los sueños o pesadillas, siguen siendo materia de investigación para los científicos, y aunque son muy difíciles de estudiar, hay algunos patrones en la actividad cerebral que podrían indicar la razón detrás de los sueños.

Según estimaciones de expertos, cuando se duerme entre siete y ocho horas, solamente dos de estas se hacen en el sueño profundo. Precisamente, es en aquel momento en el que es más probable que tengas un sueño y puedas recordarlo al despertar. El resto del tiempo se está en un sueño de movimientos oculares rápidos (REM)

Esto se debe, en general, a que en estas ocasiones ocurren sueños con sentimientos o pensamientos muy extraños o que al despertar, los minutos después se siguen teniendo estas sensaciones.

Estos procesos, los sueños o pesadillas, siguen siendo materia de investigación para los científicos, y aunque son muy difíciles de estudiar, hay algunos patrones en la actividad cerebral que podrían indicar la razón detrás de los sueños. Aunque esto solo ha sido estudiado por informes de la experiencia onírica.

El origen de los sueños

Sin embargo, es conocido que todos los mamíferos sueñan, pero que las especies animales menos evolucionadas no, aunque algunas, como las medusas, experimentan situaciones similares a los sueños, aunque no podrían ser catalogados como tal.

En el caso de los humanos, se estima que los sueños suceden cada 90 a 120 minutos durante la noche, esto, se cree, que nos impide dormir con mayor profundidad y nos hace vulnerables ante posibles ataques.

Por otro lado, hay científicos que postulan que las personas sueñan para así evitar que el cerebro y el cuerpo se enfríen, ya que cuando se sueña, la temperatura corporal tiende a subir, esto para regular la temperatura del cuerpo.

De hecho, hay evidencia que muestra que cuando se tiene fiebre hay muchos menos sueños y que cuando estos ocurren son más oscuros y extraños.

De dónde vienen las pesadillas

Con el avance del sueño durante la noche, se produce más cortisol, la hormona asociada al estrés, y esta podría afectar los recuerdos consolidados y de esta forma, los tipos de sueños, haciendo que estos sean más extraños mientras más tarde se sueñe.

Pero también hay recuerdos que el cerebro decide desechar durante el sueño, cuando esto sucede, podemos llegar a tener conciencia de lo que soñamos, por lo que los sueños terminan siendo bastante extraños, que son alimentados por las experiencias que vivimos durante el día concluyendo en pesadillas.

La función de los sueños

Por otro lado, según estudios donde se han usado la electroencefalografía, los sueños REM ayudan a que el cerebro funcione correctamente y que recupere su capacidad física, como una especie de descarga de los circuitos neuronales.

Las sustancias químicas usadas para nuestros pensamientos se desforman durante el día debido a las actividades cognitivas, pero durante el sueño profundo dichas sustancias regresan a la forma no usada, por lo que el cerebro se “lava” con líquido cefalorraquídeo.

Los sueños ordenan los recuerdos y sentimientos frescos, mientras que durante el sueño REM el cerebro consolida los recuerdos sobre las emociones y las tareas que se realizan. Por su parte, los sueños que no son REM, los recuerdos pasajeros y acontecimientos de la vida.