Despedir a los trabajadores es una de las prácticas más difíciles para los empleadores. Sin embargo, en el último tiempo se ha comenzado a implementar la llamada “renuncia silenciosa”, donde empresas no despiden a los trabajadores, pero sí los dejan sin sus puestos de trabajo.
En simple: Los trabajadores pueden ser notificados de que no serán despedidos, pero que sus puestos de trabajos ya no existen. Quienes han atravesado por esto, lo describen con una sensación variada, ya que podrán seguir trabajando, pero sin la seguridad de antes.
Algunas de las empresas que han utilizado esta técnica son Adidas, Adobe, IBM y Salesforce. Pero no son casos aislados, según información de AlphaSense, una plataforma de investigación financiera, estas reasignaciones laborales se han triplicado en un año.
Esto podría explicarse, según cuentan expertos, debido a que las empresas que invierten tiempo y dinero en talentos, con esta fórmula pueden cubrir puestos vitales para los planes futuros y a la vez recortan gastos.
Andy Challenger, vicepresidente senior de Challenger, Gray & Christmas, una empresa de recolocación, indicó que “la reasignación es sin duda una parte importante de la dinámica actual”.
¿Qué implica?
Si bien, los trabajadores continúan trabajando en las empresas, estas modificaciones en sus puestos de trabajos los pueden llevar a la inseguridad y optar por buscar otros lugares laborales, y de esta forma, las empresas se libran de pagar indemnizaciones o meses de subsidios de desempleo.
Incluso en foros o entrevistas en línea, una gran cantidad de trabajadores reconocieron que las reasignaciones les significaba una gran preocupación frente a su futuro y dudas sobre si seguirían trabajando.
Matt Conrad, especialista senior en habilitación de ventas en IBM de 34 años debió atravesar dos reasignaciones en 2 años previo a su nuevo trabajo. “Tuve la sensación de que era algo así como: apreciamos todo lo que has hecho para que no te despidiéramos, así que puedes sacar lo mejor de esto o buscar otro trabajo en otro sitio”, declaró.
De hecho, Conrad afirma que los cambios le generaron efectos negativos en su salud mental, ya que fue enviado a puestos de trabajos en los que no tenía experiencia. A pesar de esto, en un primer momento decidió no renunciar. “No iba a ceder porque tenía un gran rendimiento y no era justo”, dijo.
Los efectos en trabajadores
Aunque estos movimientos generan una gran incertidumbre en los trabajadores, hay veces en que las empresas deben realizarlos para no despedir a sus trabajadores, indicó Roberta Matuson, coach de ejecutivos y asesora de empresas como General Motors y Microsoft en recursos humanos.
“Básicamente, te están diciendo: mira, esta es la única manera de que yo tenga un trabajo aquí para ti, necesito reasignarte, así que si yo fuera tú, aceptaría la asignación’”, añadió Matuson.
Sin embargo, reconoce la especialista, hay veces en que las reasignaciones se hacen con el objetivo de que el empleado renuncia ante los cambios.
¿Qué hacer frente a los cambios?
Ser enviados a un puesto menor, reducir el salario, ser trasladado de lugar, ser enviado a un puesto en el que no se tiene experiencia o ser reasignado en un puesto del cual no se sabe su futuro, son acciones peligrosas y que hay que prestar atención a la hora de las “renuncia silenciosa”, advierte Matuson.
Para Naomi Sutherland, responsable global de desarrollo de talento de la consultora Korn Ferry, si no hay certezas sobre los cambios, lo mejor es preguntar directamente a los jefes las razones de estas modificaciones, de esta forma se podría esclarecer qué hacer, sino “la gente va a llenar un vacío de información con cualquier historia que se cuente a sí misma”.
En otros casos, estos cambios podrían tener otras razones detrás, como discriminaciones o tratos injustos, en estos casos, lo mejor es recurrir ante abogados laboristas y contar con pruebas que puedan demostrar esto
“He visto muchos ejemplos en mi práctica en los que se dice a los empleados que van a ser despedidos en una ‘reestructuración’ y resulta que son los únicos afectados, o son los únicos afectados en su grupo”, expuso la abogada laboral de Blanchard & Walker, Angela L. Walker.