Cultivar amistades en todas las etapas de la vida es algo primordial para el ser humano. Tener amigo trae múltiples beneficios para las personas y la lista de por qué es tan importante puede ser extensa: ayuda a sentirse acogido en los momentos buenos y malos, impulsa los niveles de confianza y autoestima, brinda un sentimiento de pertenencia y permite compartir intereses con otros.
Sin embargo, no solo los humanos pueden tener amistades a lo largo de su vida, puesto que varias especies de animales también son capaces de forjar vínculos sociales, que incluso pueden parecerse a los que mantienen las personas.
En The Conversation los investigadores en comportamiento animal, Beki Hooper, Delphine De Moor y Erin Siracusa, analizaron las amistades y que lo más habitual es pensar en las similitudes que nos unen.
“Esta inclinación por la similitud, o lo que los científicos llaman ‘homofilia’, no es exclusiva de los humanos. Se cree que esta preferencia aumenta la previsibilidad y la confianza de un amigo”, explicaron los expertos. Entre las especies que optan por relacionarse con los pares de edades similares a ellos están los monos, los elefantes, las ballenas y las marmotas.
Los chimpancés y macacos, prefieren compartir su día con aquellos compañeros que poseen una personalidad parecida a la de ellos. Los delfines, en tanto, suelen relacionarse más con los que “encuentran su comida de manera similar”.
“Una de las tendencias homofílicas más establecidas es la afinidad por otros que comparten los mismos genes. O sea, la preferencia por la familia. En todo el reino animal, las especies muestran predilección por interactuar con parientes”, señalaron los investigadores de la Universidad de Exeter (Inglaterra).
Y al igual que ocurre con los humanos, otro factor significativo en las amistades entre los animales es el contacto físico: “Los grajos arreglan suavemente a sus amigos con sus picos, mientras que los monos acicalan a sus amigos con las manos”.
Hay ocasiones en que esta especie también intercambia “objetos sagrados” como una manera de probar su amistad, como un pedazo de madera o mechones de cabello, según ha identificado Susan Perry, antropóloga evolutiva y directora del Proyecto Lomas Barbudal Monkey de la Universidad de California (Estados Unidos), programa que estudia el comportamiento de los capuchinos.
Además, Los investigadores de la Universidad de Exeter aseguraron que en algunos animales la conexión física podría no ser algo tan obligatorio, dado que también son capaces de cultivar y fortalecer sus relaciones sociales a distancia, tal como realizan miles de personas hoy en día.
Los delfines, por ejemplo, son capaces de llamar con silbidos únicos a otros que están a gran distancia e incluso recordar los sonidos de sus antiguos compañeros, pese a que hayan pasado varios años.
“Muchos primates, incluidos los lémures, los macacos japoneses, los bonobos y los chimpancés, utilizan vocalizaciones para mantener los lazos sociales”, sostuvieron los científicos.
Entre los beneficios que existe en la amistad entre animales, está refugiarse en un grupo para vivir, entregar apoyo y protección a otros cuando se presentan factores de riesgo, como los depredadores, la falta de alimentos o la destrucción de su hábitat, son solo algunos de esos elementos positivos.
“Las orcas y los lobos socialmente integrados tienen más probabilidades de sobrevivir cuando la comida escasea que aquellos que se encuentran al margen de sus grupos. Esto se debe a que sus amigos comparten comida e información sobre dónde encontrarla”, dicen los expertos.