Frutas y verduras
La mayoría de nuestras comidas deberían contener estos dos elementos, representando al menos la mitad de nuestro plato. Es recomendable consumir las frutas enteras en lugar de hacerlas en jugo, para así obtener todos sus nutrientes. “Una papa no es una verdura desde el punto de vista nutricional. ¿Por qué? Bueno, la papa se comporta casi como un carbohidrato refinado. Aumenta el azúcar en sangre”, dijo Cheung.
Cereales
Se deben añadir cereales integrales y que ocupen, en total, un cuarto del plato. “Los cereales integrales tienen muchas más vitaminas y también fotoquímicos y minerales, lo que es mucho más sano para nosotros y no nos subirá tan rápido el azúcar en sangre”, recomendó Cheung. Estos cereales son: la avena, quinoa, cebada, trigo y arroz integral.
Proteínas saludable
Ocuparán un cuarto del plato y las proteínas más saludables son: el pescado, pollo, los frutos secos y el pato. Cheung, por su parte, advierte que hay que evitar el consumo excesivo de carne roja y de carnes procesadas.
Aceites saludables
No hay que cocinar con aceites parcialmente hidrogenados como la margarina y aceites vegetales. Cheung recomienda usar el aceite de oliva, de soja, de maíz o girasol en menor medida.
Agua té, café y leche
Durante mucho tiempo se dijo que había que beber tres tazas de leche al día. Sin embargo, a Cheung no le pareció “lo más prudente”. “Sobre todo porque en EE.UU hay algunas poblaciones intolerantes a la lactosa”, añade.
El ejercicio físico
“Tenemos que realizar durante media hora al día, o al menos cinco veces por semana, una actividad vigorosa”, dijo Cheung. Se recomienda hacer caminatas a paso ligero o clases de gimnasia como alternativa. “Todos estamos envejeciendo, y debemos formar buenos hábitos mientras somos jóvenes para que se conviertan en parte de nuestra costumbre y nuestra rutina”, finaliza Cheung.