Según un reciente estudio publicado en Annals of Internal Medicine, el hongo Candida auris, responsable de una infección altamente contagiosa y potencialmente letal, está proliferando con mayor velocidad en los centros de atención médica de EE.UU.
El hongo, que ya ha logrado penetrar en más de la mitad de los estados del país, es una variedad fúngica que puede invadir a los seres humanos y diseminarse a través de la circulación sanguínea a los órganos vitales. Este tipo de infección suele aparecer en los hospitales, afectando principalmente a individuos inmunocomprometidos o que reciben terapias invasivas para otras dolencias. Para estas personas, la infección puede resultar letal.
Una amenaza real
La inicial constatación de la presencia de C. auris tuvo lugar en Japón en 2009, y desde entonces, se ha registrado la existencia del hongo en varios países, incluyendo Estados Unidos, que informó de su primer caso confirmado en 2016. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la propagación mundial de este microorganismo sigue siendo “una amenaza considerable para la salud pública”.
De acuerdo con los resultados del estudio, el índice de infecciones por Cándida auris ha aumentado exponencialmente, pasando del 44 % en 2019 al 95 % en 2021. Los investigadores de los CDC consideran que esta expansión podría estar relacionada con las dificultades causadas por la pandemia de Covid-19 en el sistema de atención sanitaria, tales como la falta de personal médico o el uso excesivo de antimicrobianos.
La mitad de los infectados fallecen en 90 días
El microorganismo tiene la capacidad de provocar candidiasis invasiva, que afecta el torrente sanguíneo, el sistema nervioso central y los órganos internos. La fiebre y los escalofríos son los síntomas más comunes que persisten incluso después del tratamiento con antibióticos. En Norteamérica, cerca del 50% de los pacientes infectados con Candida auris fallecen en un lapso de 90 días, pero los investigadores aclaran que esto no necesariamente indica que la infección sea la causa principal. Hay individuos que son portadores del hongo sin enfermar, pero pueden propagar los gérmenes.
La confirmación de la infección se realiza únicamente a través de pruebas de laboratorio. La transmisión del microorganismo puede producirse por contacto con una persona infectada, objetos o equipamiento.