Cada vez más real: Recomiendan cambiar radicalmente la dieta para combatir el cambio climático
Actualmente el 70% de la pérdida de biodiversidad terrestre y el 80% de la deforestación se deben a la producción, el transporte, el almacenamiento y el desperdicio de alimentos.
Expertos de la Universidad de Ciencias Económicas y Empresariales de Viena (WU) elaboraron un estudio para la ONG ecologista WWF Austria, en el cual concluyeron que el cambio climático obligaría a cambiar radicalmente la dieta de las personas.
Los autores titularon la investigación como “Pirámide alimentaria 2.0”, donde apuntan que la crisis del clima llevaría a reducir la ingesta de alimentos de origen animal, con un consumo máximo de carne roja cada quince días.
Se trata de “una dieta sana y equilibrada con el menor impacto posible en el medio ambiente”, explicó Pegah Bayaty, de WWF Austria. “La mayor palanca es una fuerte reducción de los alimentos de origen animal”, comentó, según reportó Emol.
La propuesta contempla el máximo de una ración de carne roja cada quince días, una porción a la semana de carne blanca baja en grasa, no más de dos huevos a la semana y solo una ración de productos lácteos al día.
Además los científicos recomendaron aumentar la proporción de cereales, patatas, legumbres, frutos secos y aceites vegetales. Mientras que en el caso del café, el té y el cacao, se apuntó a una limitación a una o dos tazas al día.
“Las consecuencias de nuestro elevado consumo de carne son evidentes: emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de biodiversidad, grandes necesidades de suelo y uso de pesticidas y fertilizantes”, sostuvo Bayaty.
“Sólo si reducimos el consumo de alimentos de origen animal podremos garantizar una dieta sostenible y evitar así que el planeta se desequilibre”, explicó el coautor del estudio Martin Bruckner, del Instituto de Economía Ecológica de la WU.
Cabe destacar que más de un tercio de los gases de efecto invernadero que perjudican el clima tienen origen en la alimentación, además, el 70% de la pérdida de biodiversidad terrestre y el 80% de la deforestación se deben a la producción, el transporte, el almacenamiento y el desperdicio de alimentos.