¿Por qué no recordamos nuestros primeros años de vida?
La mayoría de los adultos no pueden recordar las vivencias que tuvieron a los tres o cuatro primeros años de vida. El fenómeno se conoce como amnesia infantil o de la niñez.
La creencia de que los niños pequeños no generan memorias es falsa. La explicación de la amnesia infantil estriba en que, alrededor de los siete años, los niños ya no pueden evocar esos primeros recuerdos, pero tanto la reestructuración del cerebro como las primeras fases del desarrollo del lenguaje pueden ser la causa de las lagunas en la memoria autobiográfica sobre los primeros años de vida.
Los recuerdos de las guaguas
“Si bien las personas no pueden recordar mucho antes de los 2 o 3 años, las investigaciones sugieren que los bebés pueden formar recuerdos, pero no el tipo de recuerdos que cuentas sobre ti mismo”, asegura Vanessa LoBue, académica de psicología en el área del desarrollo de bebés y niños de la U. de Rutgers, en conversación con el medio The Washington Post.
Para la experta, además de los recuerdos autobiográficos hay muchos otros.
“Hay recuerdos semánticos, o recuerdos de hechos, como los nombres de las diferentes variedades de manzanas o la capital de su estado natal. También están los recuerdos procedimentales, es decir, los recuerdos sobre cómo realizar una acción, como abrir la puerta de casa o conducir un auto”, sostuvo.
Muchos científicos atribuyen la amnesia infantil a la falta de desarrollo del hipocampo, una zona del cerebro crucial para codificar la memoria. Sin embargo, investigaciones realizadas por el laboratorio de la psicóloga Carolyn Rovee-Collier en los años 80 y 90 demostraron que los lactantes pueden formar algunos de estos otros tipos de recuerdos desde una edad temprana. Por supuesto, no pueden decir exactamente lo que recuerdan. Por eso, la clave de la investigación de Rovee-Collier fue idear una tarea que fuera sensible a los rápidos cambios corporales de los infantes y a su capacidad para evaluar sus recuerdos durante un largo periodo.
¿En qué consistía esta investigación?
- En la versión para bebés de 2 a 6 meses
los investigadores colocan a una guagua en una cuna con un móvil colgado por encima. Miden las patadas del niño o niña para hacerse una idea de su propensión natural a mover las piernas. A continuación, atan una cuerda de la pierna del bebé al extremo del móvil, de modo que cada vez que patea, el móvil se mueve. Como se puede imaginar,caprenden rápidamente que tienen el control: les gusta ver cómo se mueve el móvil y, por tanto, dan más patadas que antes de que la cuerda estuviera atada a su pierna, lo que demuestra que han aprendido que las patadas hacen que el móvil se mueva.
- En versión para niños de 6 a 18 meses
En lugar de estar tumbado en la cuna, el bebé se sienta en el regazo de sus padres con las manos en una palanca que acabará haciendo que el tren se mueva por una vía. Al principio, la palanca no funciona, y los experimentadores miden cuánto presiona el bebé de forma natural. A continuación, encienden la palanca y, cada vez que el niñola presiona, el tren se mueve por la vía. Los bebés vuelven a aprender el juego rápidamente y presionan la palanca mucho más cuando hace que el tren se mueva.
¿Qué tiene esto que ver con la memoria?
Tras entrenar a los lactantes en una de estas tareas durante un par de días, Rovee-Collier comprobó posteriormente que sí las recordaban. Cuando los pequeños volvían al laboratorio, los investigadores les mostraban el móvil o el tren y medían si seguían dando patadas o pulsando la palanca.
Con este método, Rovee-Collier y sus colegas descubrieron que cuando tienen 6 meses, si los bebés son entrenados durante un minuto, pueden recordar un evento un día después. Cuanto más mayores eran, más tiempo recordaban. También descubrió que entrenar a los lactantes durante períodos más largos y darles recordatorios les ayuda a recordar los acontecimientos durante más tiempo.
Si los bebés pueden formar recuerdos en sus primeros meses, ¿por qué las personas no recuerdan cosas de esa primera etapa de la vida?
“Todavía no está claro si las personas experimentan amnesia infantil porque no podemos formar recuerdos autobiográficos o simplemente porque no tenemos forma de recuperarlos. Nadie sabe con certeza lo que ocurre, pero los científicos tienen algunas conjeturas”, remarcó LoBue.