La obesidad es una pandemia a la que muchas sociedades se están enfrentando y que genera muchos problemas a niveles de salud a lo largo de la vida, como cardiopatías, diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer, razón por la que se hace imperante tratarla.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, 14,4 millones de niños y adolescentes tienen obesidad en ese país, lo que la convierte en una de las enfermedades crónicas pediátricas más comunes.
Ante esto, la Academia Estadounidense de Pediatría, publicó una guía práctica clínica infantil sobre cómo tratar esta enfermedad, con el objetivo de hacer más saludable y efectivo el tratamiento del sobrepeso.
La última actualización para tratar este mal (2007), tenía un enfoque de espera y vigilancia, mientras que ahora se apunta a un tratamiento proactivo y personalizado, de hecho desde los 6 años se podría recibir un tratamiento intensivo y desde los 13 años podrían ser derivados, incluso, a centros de cirugía bariátrica.
Controversias de la guía
Lo que más discusión causó fueron los procesos clínicos como el tratamiento intensivo y personalizado a los niños y adolescentes, ya que la academia sugirió programas intensivos de tratamiento intensivo a domicilio, los más eficaces “incluyen 26 horas o más de tratamiento multicomponente, presencial y basado en la familia durante un periodo de 2 a 12 meses”. Todo para niños desde los 6 años.
La farmacología también fue mencionada: “Los pediatras y otros profesionales de la salud pública deben ofrecer farmacoterapia a los adolescentes mayores de 12 años con obesidad para la pérdida de peso”, señaló el documento.
De la misma forma, explicitan que los profesionales del área de salud pública y pediatría tienen el deber de derivar a los adolescentes de 13 años con obesidad grave a centros de cirugía bariátrica y metabólica.