Los estudiantes de la Escuela Técnica ORT Argentina, en Buenos Aires, definen sus clases con la palabra “libertad”, y es que no llegan a la sala de clases a tomar nota, sino que a crear alternativas al plástico.
“Fue algo especial, porque nos dieron la libertad de elegir qué materiales usar y cómo hacerlo. Incluso, podíamos equivocarnos”, comentó en El País Facundo Ozan (17), uno de los alumnos que aprendió a investigar, inventar y crear biomateriales.
Los biomateriales son elementos que retornan al ciclo de vida como lo hace la naturaleza una vez que ya no se usan, por lo que no generan desechos.
A Paula Sapochnik, la profesora a cargo y que además es diseñadora industrial, le dieron la opción de replantear desde cero el currículo de la materia que dictaba, por lo que pensó en una iniciativa que considerara más las necesidades del mundo actual.
“Antes debía enseñar sobre todos los plásticos que existen, de dónde salen, cuáles son los procesos productivos para obtenerlo y qué hacer con ellos. Y solo había un espacio muy corto para hablar de reciclado y cuidado del medio ambiente”, señaló. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en solo siete décadas los ecosistemas acuáticos han recibido 140 millones de toneladas de plástico.
Además generaron una “materialoteca”, una biblioteca con varias fichas técnicas en las que hay una prueba del biomaterial, instrucciones de cómo se hizo y con qué insumos. “De nada sirve aprender, o hacer estos biomateriales, si uno no va relevando la información a otros”, comentó la docente.