Una roca espacial desafía las teorías sobre cómo se formó el Sistema Solar
“Queremos explicar cómo este meteoroide rocoso acabó tan lejos porque queremos entender nuestros propios orígenes”, apuntaron expertos.
Una investigación sobre el Universo desafió las creencias existentes sobre cómo se formó el Sistema Solar, lo que puso en duda a los expertos.
Todo se debe a una bola de fuego que cayó en la Tierra y que proviene de la Nube de Oort (conocida por ser una colección de objetos helados), pero recientemente se descubrió que lo más probable es que sea una roca, y no hielo, como todo lo observado que viene de ese lugar.
“Este descubrimiento respalda un modelo totalmente distinto de la formación del sistema solar, que apoya la idea de que en la nube de Oort coexisten cantidades significativas de material rocoso con objetos helados”, sostuvo en un comunicado Denis Vida, investigador postdoctoral en física de meteoritos de la Universidad de Western Ontario. “Este resultado no se explica con los modelos de formación del sistema solar actualmente aceptados. Es un completo cambio de juego”.
Según la investigación publicada en la revista Nature Astronomy, todas las bolas de fuego rocosas anteriores han llegado desde mucho más cerca de la Tierra, por lo que este cuerpo -que claramente viajó grandes distancias- es completamente inesperado.
“En 70 años de observaciones regulares de bólidos, éste es uno de los más peculiares jamás registrados. Valida la estrategia del GFO establecida hace cinco años, que amplió la ‘red de pesca’ a 5 millones de kilómetros cuadrados de cielos y reunió a expertos científicos de todo el mundo”, explicó Hadrien Devillepoix, investigador asociado de la Universidad de Curtin (Australia) e investigador principal del GFO.
“No sólo nos permite encontrar y estudiar meteoritos preciosos, sino que es la única manera de tener la oportunidad de captar estos eventos más raros que son esenciales para comprender nuestro sistema solar”.
“Queremos explicar cómo este meteoroide rocoso acabó tan lejos porque queremos entender nuestros propios orígenes. Cuanto mejor comprendamos las condiciones en las que se formó el sistema solar, mejor entenderemos qué fue necesario para que surgiera la vida”, afirmó Vida.