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Dismorfia corporal al límite producto de las redes sociales: Niñas de 11 años piden liposucción

“Es importantísimo que los papás estén siempre atentos. Cuando un niño o niña les diga que quiere ir a un cirujano plástico porque hay algo que les molesta, primero tienen que aplicar cordura”, sostienen los especialistas.

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24 Noviembre, 2022

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Los diversos filtros de “belleza” se tomaron las redes sociales desde hace ya años, y ahora estamos viendo los resultados de esta situación, especialmente en los menores y que se acrecentó producto del encierro en la pandemia.

Esto porque las personas estuvieron mucho más pendientes a sus pantallas, de las imágenes que transmitían en sus redes sociales y de la apreciación que tenían sus pares a través de las reacciones y comentarios dados en una publicación.

“Aquí ocurrieron dos cosas. Por un lado empezamos a diagnosticar más cirugías. Los niños, niñas y adolescentes que perdieron la etapa de familiarización por la pandemia empezaron fijarse en estos ‘falsos ídolos’ a cánones que como adultos lo podemos considerar como errados, donde tienes que ser bonito, muy influenciado por las redes sociales”, explicó el Dr. Esteban Torres, médico perteneciente a la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica en La Tercera.

El especialista detalló que tras la pandemia hubo un boom de cirugía plástica: “Empezaron a llegar muchos adolescentes y preadolescentes, de 11 a 15 años, que venían a operarse la nariz, a hacerse liposucción. Cuando los miras te das cuenta que no tienes la misma apreciación de lo que los demás vemos en su cuerpo”.

“Muchos adolescentes buscan asemejarse a los filtros de redes sociales, lo que puede tener que ver con una baja autoestima, que se refleja en querer parecer alguien que no son. Junto con eso, tratan de pertenecer a un grupo y ser parte de él más allá de ellos mismos, por parecerse e identificarse con apariencias, acciones y sentimientos de sus pares o del grupo donde están insertos”, complementó la psicóloga, Carolina Baar.

Se trata de una tendencia estudiada en Estados Unidos a principios de 2018 y que fue descrita como trastorno dismórfico corporal, o “dismorfia de Snapchat”. Es decir, la frustración por no alcanzar la imagen idealizada de uno mismo que proyecta el filtro de la plataforma y obsesionarse con querer alcanzarla.

“Es importantísimo que los papás estén siempre atentos. Cuando un niño o niña les diga que quiere ir a un cirujano plástico porque hay algo que les molesta, primero tienen que aplicar cordura. Deben saber primero si el menor tiene la razón al respecto, y si no la tiene es recomendable visitar un psicólogo porque estamos frente a un problema que se debe resolver”, sostuvo el Dr. Torres.

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