Acostarse tarde es un peligro (Dice la ciencia)
Los noctámbulos, en lugar de quemar grasa como combustible, usaban carbohidratos para obtener energía, lo que podría contribuir al desarrollo de otras enfermedades.
Una nueva investigación publicada en la revista Experimental Physiology reveló grandes diferencias entre las personas que se acuestan tarde y quienes lo hacen temprano, además de cómo eso afecta a su estilo de vida.
Según el estudio, quienes se acuestan tarde -los noctámbulos-, tienen una menor capacidad aeróbica y queman menos grasa en reposo, a diferencia de los que madrugan y que están activos desde temprano.
Otro de los factores que se descubrió es que los noctámbulos también son más propensos a ser resistentes a la insulina, mientras que los que se levantaban temprano eran más sensibles a los niveles de insulina en la sangre y quemaban más grasa mientras hacían ejercicio y descansaban, en vez de usar carbohidratos.
Los noctámbulos, en lugar de quemar grasa como combustible, usaban carbohidratos para obtener energía, lo que se traduce en que la grasa puede acumularse más fácilmente en ellos aumentando el riesgo de diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
“La insulina le dice a los músculos que sean una esponja y absorban la glucosa en la sangre. (…) Pero si no estás haciendo ejercicio, ejercitando esos músculos, es como si esa esponja se sentara durante un par de días y se pusiera dura como una roca. Una gota de agua no la volverá a ablandar”, explicó a CNN Steven Malin, autor principal del estudio y profesor asociado de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey.
El autor detalló que “esta observación hace avanzar nuestra comprensión de cómo los ritmos circadianos de nuestro cuerpo afectan a nuestra salud”, y añade: “Dado que el cronotipo [clasificación circadiana] parece influir en nuestro metabolismo y en la acción de las hormonas, sugerimos que el cronotipo podría utilizarse como factor para predecir el riesgo de enfermedad de un individuo”.
También habría una explicación en que las personas nocturnas “se desalinean con su ritmo circadiano por varias razones, pero sobre todo entre los adultos que trabajan”, comenta Malin a The Guardian, pues explica que es posible que los noctámbulos aún tengan que ir a trabajar por la mañana, por lo que se levantan temprano, alterando así su reloj corporal interno.
El ritmo circadiano es un reloj corporal interno de 24 horas que regula la liberación de la hormona melatonina que controla el sueño.
El estudio apunta que las personas nocturnas pueden correr más riesgos, consumir más tabaco, alcohol y cafeína, y es más probable que se salten el desayuno y coman más al final del día.
Los hallazgos pueden ayudar a los médicos a identificar a los pacientes que tienen más probabilidades de desarrollar las afecciones. “Esto podría ayudar a los profesionales médicos a considerar otro factor de comportamiento que contribuye al riesgo de enfermedad”, dijo el profesor Steven Malin.