Científicos descubrieron deformación en la superficie de la cordillera en el límite entre Chile y Argentina: Corteza terrestre está “goteando” bajo Los Andes
Se trata del “goteo litosférico”, el cual según expertos también sería un proceso para formar montañas:
“Goteo litosférico” es el nombre de un proceso que se conoce hace poco, pero que ocurre desde hace millones de años en distintos lugares del planeta, entre los que se encuentra la Cordillera de Los Andes.
Esto se identificó a través de un experimento geológico, con el cual se descubrió que la corteza terrestre está siendo “tragada” por capas más profundas de la corteza, y que se comparó con el proceso en que la miel gotea de una cuchara.
El fenómeno también ocurre en la meseta de Anatolia central de Turquía y la Gran Cuenca del oeste de los Estados Unidos, el cual a su vez se ha logrado identificar por arrugas y otras marcas que deja en la superficie.
“Hemos confirmado que una deformación en la superficie de un área de las montañas de los Andes tiene una gran parte de la litosfera debajo de la avalancha”, explicó la estudiante de posgrado en geología y autora principal del estudio, Julia Andersen de la Universidad de Toronto en Canadá.
“Debido a su alta densidad, goteaba como jarabe frío o miel más profundamente en el interior del planeta y es probablemente responsable de dos importantes eventos tectónicos en los Andes centrales: cambiar la topografía de la superficie de la región en cientos de kilómetros y aplastar y estirar el propia corteza superficial”.
“En general, los resultados ayudan a definir una nueva clase de placas tectónicas y pueden tener implicaciones para otros planetas terrestres que no tienen placas tectónicas similares a la Tierra, como Marte y Venus”, agregó la experta.
Según la experta, el goteo litosférico también sería un proceso para formar montañas: “Conforme la gota se filtra hacia el manto, su peso tira de la corteza superior, formando una cuenca en la superficie. Eventualmente, el peso de la gota se vuelve demasiado grande para que permanezca intacta; se rompe, y la corteza sobre ella salta hacia arriba a lo largo de cientos de kilómetros, formando montañas”.