“Pese a que la obesidad es una de las más importantes pandemias en crecimiento a nivel mundial, parece estar culturalmente normalizada, tal vez porque muchos desconocen los problemas que conlleva. A esto se suma que en Chile la malla académica médica de pregrado excluye una formación profunda de la obesidad, a diferencia de lo que pasa con otras enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, lo que implica que los profesionales de la salud no son instruidos a cabalidad en un tema tan urgente”.
Esto sostiene la Dra. Marcela Parada, psiquiatra del Centro Comunitario de Salud Mental de Lo Prado en La Tercera, en el marco de que Chile lidera los rankings de prevalencia mundial de obesidad y trastornos mentales.
La experta sostiene que los psiquiatras constatan que la enfermedad se agrava en las personas con problemas de salud mental, con el doble de prevalencia a la enfermedad y menor acceso a oportunidades de tratamiento. Esto se incrementa en sectores de nivel socioeconómico más bajo.
La relación entre obesidad y salud mental es bidireccional, con una fuerte relación que existe con la depresión. El riesgo de obesidad aumenta en las personas que sufren enfermedades mentales: 1.4 veces en trastornos de ansiedad, 1.5 en trastorno por déficit atencional, 2 veces en depresión y bipolaridad, 2.5 veces en el síndrome de comedor nocturno, 3.5 veces en esquizofrenia, y hasta 7 veces más en personas con trastorno por atracones, apuntó La Tercera.
A partir de esto se ha impulsado la planificación de un programa de intervención, el cual busca ampliar y consolidar el trabajo ya iniciado en la intervención de hábitos de vida saludables y prevención de obesidad y factores de riesgo cardiovascular.
“Como parte de los académicos que trabajamos en capacitación profesional, desarrollamos una alianza inédita entre el Instituto de Psicofarmacología Aplicada (IPSA) y el Departamento de Salud Mental del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, en virtud de la necesidad de aumentar el conocimiento de esta enfermedad crónica, su detección y tratamiento oportuno. Esto, para capacitar a 300 funcionarios de la red de salud pública, tanto nutricionistas, psicólogas, kinesiólogos, médicos, psiquiatras, enfermeras, terapeutas ocupacionales, y en general a los funcionarios que trabajan con estos pacientes”, señaló la psiquiatra.
Además, la Dra. Parada sostiene que con este programa busca dar una educación de vanguardia, con énfasis en una visión integral de las personas y abordajes individualizados. “Así podremos impulsar la desestigmatización y la superación de la discriminación en salud mental y obesidad”.