¿Se puede aprender a ser más feliz? La ciencia dice que sí (y te decimos cómo)
Los hallazgos fueron significativos al terminar la investigación, el cual tuvo resultados positivos en áreas como recursos cognitivos y en las escalas de emociones positivas.
Científicos de la Universidad de California, en Berkeley, Estados Unidos, hicieron un estudio sobre cómo activar la mente para ser más feliz.
Esto se llevó a cabo a través del método HEAL, descrito por Rick Hanson en su libro Hardwiring Happiness (El cableado de la felicidad), quien además es psicólogo y miembro principal del Greater Good Science Center de UC Berkeley.
En el texto, Hanson acuña el término “neuroplasticidad autodirigida” el cual se manifiesta cuando una persona reconecta intencionalmente su cerebro para crear hábitos positivos, todo a través de la reflexión.
Lo fundamental de este método se basa en que si se aprende a disfrutar las experiencias positivas -vivenciándolas de manera consciente-, todas las personas pueden prolongar el efecto que éstas producen, lo que a su vez ayudará a desarrollar un mayor sentido de resiliencia y autoestima.
¿Cuál es el método?
1.- Vivenciar la experiencia agradable
Esto consiste en vivir una experiencia o evocarla mentalmente, como pensar en alguien que se preocupa por uno.
2.- Enriquecer la experiencia
Para que la vivencia sea más enriquecedora hay que seguir los siguientes pasos:
- Hacer que la experiencia sea lo más duradera posible, esto implica mantenerla activa en la conciencia una vez que haya concluido.
- Intensificar la experiencia reviviendo las partes que nos hacen sentir bien.
- Resignificar la experiencia y hacerla novedosa al incluir un pensamiento nuevo.
3.- Absorber la experiencia
- Esforzarse de manera voluntaria para internalizar la experiencia positiva.
- Dirigir la atención hacia el estado emocional personal positivo que se está sintiendo y tomar conciencia de él.
- Destacar el valor de la recompensa de la experiencia.
4.- Vincular los aspectos positivos y los negativos
Es necesario concentrarse en el aspecto positivo de las situaciones, aunque uno tenga la conciencia de los aspectos negativos o traumáticos de cada experiencia. Esto abarca a una gran lista: desde dificultades en el trabajo, una separación amorosa o la pérdida de un familiar o amigo cercano.
¿Cómo resultó la investigación?
Para obtener pruebas empíricas, el equipo de investigación seleccionó a 46 participantes adultos de 55 años promedio, los que hicieron un curso durante dos meses y a quienes se les realizaron pruebas antes de empezar y al final.
Los hallazgos fueron significativos al terminar la investigación, el cual tuvo resultados positivos en recursos cognitivos como “Creencias de disfrute”, “Autocompasión” y “Regulación emocional”, por otra parte en las escalas de emociones positivas, los efectos favorables se mostraron en las “Medidas de alegría” y “Satisfacción”.