Derribando un mito: Los mayores de 60 años son más innovadores que los jóvenes
“Por lo general este trabajador posee un patrón común en su manera de pensar, que se basa en cuestionar todo, observar, aprender, conectar, experimentar, tomar riesgos y asociar ideas con problemas”, sostiene una experta.
Las personas entre los 60 a 64 años fueron catalogados como los más innovadores según un estudio realizado por Innoprofile, el cual fue elaborado por la consultora Transforme y el Centro de Innovación de la Universidad Católica de Chile.
Contrario a lo que se podría pensar, la generación millennial quedó en tercer lugar, después del grupo etario comprendido entre los 35 a 39 años.
El constante y rápido cambio que ha tenido nuestra sociedad ha provocado que el proceso de adaptación de las empresas sea mucho más exigente. Dicha situación, ha generado que las organizaciones intensifiquen aún más su búsqueda por personas que posean un perfil innovador para enfrentar esta transformación.
“Por lo general este trabajador posee un patrón común en su manera de pensar, que se basa en cuestionar todo, observar, aprender, conectar, experimentar, tomar riesgos y asociar ideas con problemas”, comentó Rocío Pérez Gerenta de Estudios de la consultora Transforme.
Bajo el mismo punto agregó que “si bien, esta persona por lo general viene con un rasgo de personalidad o talento innato, la mayoría de los trabajadores que hoy tienen este tipo de cargo, adquieren habilidades y desarrollan esas cualidades con su experiencia”.
El estudio mide el perfil innovador en base a cinco cualidades fundamentales: Cuestionar, Observar, Conectar, Experimentar y Asociar. Gracias a ello se logró revelar que en general hombres y mujeres se desempeñan de manera similar en roles de innovación, aunque las mujeres sobresalen en su capacidad de Observar y Conectar, mientras que los hombres destacan como Cuestionadores y Asociadores.
Al comparar a Chile con otros países de la región, se observa que los chilenos son más cuestionadores y experimentadores que el resto, mientras los profesionales de Ecuador los superan en observación y conexión.
“Chile va por un buen camino, dado que la mayoría de las carreras de pregrado han incluido la innovación y emprendimiento en sus mallas, se trabaja por proyecto desde la ideación hasta la validación de problemas y se utilizan conceptos tipo ‘elevator pitch’ para ‘vender’ sus ideas. Además, hay una creciente oferta de postítulos sobre estas materias”, agregó Pérez.
