La salud mental ha sido uno de los aspectos que más ha empeorado para muchas personas durante la pandemia.
Un ejemplo de esto, fue la encuesta Eurobarómetro del Parlamento Europeo, donde, con motivo del Día de la Mujer, se dieron a conocer algunos resultados preocupantes.
Por ejemplo, se desprende que más de tres cuartos de las ciudadanas de la Unión Europea (77 %) cree que la pandemia de covid-19 provocó un aumento de la violencia física y emocional contra las mujeres.
Además, un 44 % de las encuestadas considera que le afectaron de forma importante el confinamiento y los toques de queda.
Este es un fenómeno que se ha visto a nivel mundial y Chile no es la excepción.
En nuestro país, esto se ha evidenciado en la medición “Termómetro de la Salud Mental en Chile”, realizado por UC y ACHS en abril de 2021. Aquí se indica que un 23,6% de los chilenos presenta sospechas o problemas de salud mental, y que el 45,9% evalúa que su estado de ánimo es peor o mucho peor que antes de la pandemia.
La pérdida de empleo, la angustia por no contagiarse del virus y la incertidumbre en medio del contexto de guerra son algunas de las causas de que hoy la salud mental de muchas personas se haya visto deteriorada.
Expertos coinciden que durante el complejo escenario que ha enfrentado el mundo durante los últimos dos años, ciertas características violentas se han exacerbado.
“Sí las personas tienen una disposición a la desidia, personas con bajo control de impulsos o una historia de agresiones o baja tolerancia a la frustración, expresan más fácilmente su malestar, su rabia o su forma de funcionamiento, que en este caso, es ser violento” dijo a La Tercera Luis Pino, director de la carrera de Psicología de Universidad de Las Américas.
Ejemplos de estos comportamientos se han registrado recientemente en México con una batalla campal entre barras de fútbol o peleas con resultado de muerte en nuestro país.
Según el profesional, “la pandemia solo viene a develar lo que hemos sido todo este tiempo y la poca habilidad que tenemos los seres humanos para resolver problemas de forma pacífica o de otras formas. Hemos recurrido a la violencia para hacerlo”.
Según “Termómetro de la Salud Mental en Chile”, uno de los desafíos para super el problema de la salud mental en Chile tiene relación la preocupación del Estado sobre el tema.
“Contar con presupuesto, infraestructura y personal necesarios para tratamientos eficaces es un imperativo de protección social. Las enfermedades mentales empeoran la calidad de vida, aumentan el riesgo de enfermedades físicas y significan un costo económico y social tanto para las personas como para el país”, explica la publicación.
Además, se destaca que en Chile los trastornos mentales y del comportamiento se posicionan desde el año 2008 en el primer puesto de licencias otorgadas.