El Día del Roto Chileno es una de las fiestas más antiguas que se celebran en la Región Metropolitana,
Se trata de una efeméride que inició con el triunfo del Ejército Restaurador contra la Confederación Perú-Boliviana en la Batalla de Yungay, el cual sucedió el 20 de enero de 1839, donde también se creó el barrio santiaguino que lleva el mismo nombre.
Un año después de este evento la fiesta se realizó por primera vez y desde 1889 se celebra cada año junto a la estatua del roto chileno, en la Plaza Yungay.
¿Quiénes eran los rotos?
Los rotos eran los soldados que lucharon en esta batalla, pero el origen de esta palabra en el lenguaje chileno es anterior a esto.
“Es una palabra española que alude a los ibéricos o gente del Mediterráneo en su afirmación de costumbres peculiares, sin la circunspección ni los hábitos pulcros y ‘limpios’ de los sectores privilegiados y acomodados. Son los herederos de la picardía española y morisca, propia de Andalucía”, señaló el historiador Maximiliano Salinas, en La Tercera.
“El ‘roto’ integró por siglos la fuerza de trabajo de sistemas de producción que apenas lo respetaron como ser humano. De ahí que siempre fue conflictiva la relación entre los ‘caballeros’, los patrones, la ‘gente decente’, la cultura de salón, y el ‘rotaje’, como una humanidad distinta, con valores muy propios y característicos”, agregó.
“En cierto momento se distinguió al huaso del roto. El huaso sería el tipo conservador, respetuoso del orden social. El roto sería el rebelde, el que no aguanta ´pelo en el lomo´. Sin duda, es un estilo ancestral de vida, expresado con la locuacidad e irreverencia de la cultura oral. No se puede eliminar así no más. Tiene que ver con una actitud de rebeldía y contestación con las formas política y socialmente correctas e impuestas”, explicó Salinas.
Actualmente el significado de la palabra ha variado, pero a lo largo de la historia la figura del “roto” siempre ha estado en el imaginario nacional.
Algunas de las representaciones que se han hecho respecto al tema son el libro “El Roto” de Joaquín Edwards Bello, las películas Uno que ha sido marino (1951) y El gran circo chamorro (1955), además de su aparición en varias canciones o historietas como Condorito.