Covid-19: ¿Por qué las dosis de vacunas son distintas para guaguas, niños y adolescentes?
El sistema inmunológico cambia con los años, por lo que hay algunos grupos etarios que tienen mayor protección que otros.
Al nacer, los seres humanos son bastante indefensos en muchos sentidos. Uno de ellos es el sistema inmunológico, el cual madura a medida que uno crece.
Con la vacuna contra el Covid-19, los científicos deben estudiar los efectos de la respuesta inmune en distintos grupos de edad, los que en niños van desde los 5 a los 11 y desde los 12 a los 16.
Las investigaciones deben enfocarse en usar dosis que den una buena protección, pero que presenten la menor cantidad de efectos secundarios.
Brian Peppers, inmunólogo y académico de la Universidad de West Virginia, explicó que el proceso de maduración inmunológica comienza poco después del nacimiento.
Al nacer existe la “inmunidad pasiva”, la que se transmite desde la madre durante el embarazo a través de la placenta y luego por la leche materna. Luego el sistema inmunológico adaptativo empieza a producir sus propios anticuerpos, un proceso que puede demorar años en alcanzar la madurez completa.
También se nace con el sistema inmunológico innato, el cual dura toda la vida. Este no necesita aprender para combatir infecciones y promover la salud (como lo hace el sistema inmunológico adaptativo). Sin este las personas se enfermarían mucho más rápido y con más frecuencia.
Cuando se se inmuniza a través de una vacuna o una infección, el sistema inmunológico adaptativo empieza a producir sus propios anticuerpos.
El sistema inmunológico puede aprender a controlar un virus invasor sin una vacuna, pero esto implica que pueda existir una mayor probabilidad de tener lesiones o secuelas.
Las diferentes etapas de desarrollo en el cuerpo humano infieren en qué pasa con el sistema inmunológico. Para ajustar dosis de una vacuna se debe saber qué partes del sistema inmunológico están completamente activas y cuales no, lo que depende de la maduración y por ende de la edad.
El sistema inmunológico adaptativo de un bebé es propenso a olvidarse, razón por la que varias vacunas para se les administran como una serie (el mismo tipo de inyección varias veces en el transcurso de algunos meses).
Después de los cuatro años de edad y la vida adulta más joven, el sistema inmunológico tiende a ser más receptivo y menos propenso a olvidar. Con la vacuna Covid-19 de Pfizer, investigadores descubrieron que los niños entre 5 a 11 años tenían una respuesta inmune y de seguridad similar a un tercio de la dosis utilizada para los de 12 años en adelante.
¿Por qué las vacunas se empiezan a estudiar en grupos de 18 a 55 años? Porque su sistema inmunológico adulto es más maduro y se puede informar de manera confiable cualquier reacción adversa, lo que también ayuda a predecir qué pasaría con otros grupos.
Después de los 55 años el sistema inmunológico adaptativo vuelve a hacerse más débil y olvidadizo, similar a cómo es cuando las personas son bebés, pero las vacunas ayudan a hacerlo “recordar” más rápidamente.