Poco más de un mes faltan para las elecciones presidenciales y una de las áreas que siempre está entre lo más importante es el sistema sanitario.
Al hacer una revisión en los programas de los candidatos -en temas que no son Covid- hay grandes reformas, incluso con algunas coincidencias (con matices) en avanzar hacia un seguro único de salud.
También hay más recursos para la salud mental, mayor dotación en la red pública y un cambio en el rol de las isapres.
Gabriel Boric
Su programa plantea que las isapres se transformen “seguros complementarios voluntarios”, pero que estén bajo un estricto marco normativo. Una de las cosas que prohibiría sería la integración vertical, es decir, clínicas e isapres con mismos dueños.
“Nosotros planteamos terminar con una salud dividida, como es ahora, entre los más sanos y los pacientes más enfermos, o los de menores y mayores recursos. Aquello implica avanzar a mancomunar los recursos disponibles de la seguridad social y, en paralelo, un fortalecimiento de la red pública y de los actores privados (clínicas e isapres), bajo reglas públicas”, comentó Matías Goyenechea (coordinador de salud del equipo programático), según reportó La Tercera.
El representante apunta que “un primer paso, por ejemplo, es socializar la atención primaria con foco en la prevención en salud, que sea universal para todas las personas. Los tres millones de beneficiarios de las isapres no tienen ese acceso”.
Respecto a la salud mental, el programa de Boric se enfocaría en aumentar el gasto en esta área de forma progresiva durante los cuatro años de gobierno.
“Lo principal es que queremos equiparar la carga de enfermedad -que ha aumentado por la pandemia- y el gasto del Estado en estas patologías”, explicó Goyenechea.
José Antonio Kast
El líder del Partido Republicano propone continuar con un modelo de colaboración público-privado y “libertad” de elección del prestador.
María José Hernández, coordinadora de salud del comando explicó que “toda la red estatal debe estar abierta a usuarios de seguros privados, implementando sistemas de cobro ad-hoc, cumpliéndose el principio de no discriminación”.
“Se plantea el Fondo de Compensación de Riesgo (FCR). Se les entregarán subsidios a las personas –no a los prestadores de salud o Fonasa, como es ahora- para que ejerzan el derecho de elegir la institución que dará respuesta a su problema de salud. De esta forma, el beneficio será portable por la persona al sector público o privado, teniendo Fonasa que competir con el resto de los prestadores para atraer público a su sistema. Este FCR será ajustado por la Superintendencia de Salud según los ingresos, sexo, edad y estado de salud”, agregó.
Otra de las propuestas de Kast es reducir el costo de los medicamentos, acelerando el proceso de certificación de bioequivalentes, removiendo restricciones de venta directa fuera de las farmacias y la dispensación en el sector público.
Yasna Provoste
Tiene como propuesta priorizar las listas de espera, con énfasis en salud pública y sin recurrir a clínicas, aumentando la dotación que se aplicó durante la pandemia.
“La capacidad y experiencia adquirida por el sistema público en la pandemia no la perderemos y la reorientaremos a resolver las listas de espera, GES y no GES, evitando así tener que recurrir a compra de servicios al sector privado”, sostiene el documento.
Víctor Torres, vocero y encargado de salud, apunta que “hay una propuesta que implica un fondo especial para financiar las prestaciones que puedan estar atrasadas, de tal manera que puedan ir mejorando los tiempos de respuesta. Por otro lado, está la creación de un modelo de gestión de listas de espera que se llama ‘Centrado en las personas’ y lo que hace es implementar ‘navegadores’, esto significa que habrá profesionales a cargo del seguimiento de cada caso en lista de espera”.
Otra definición va en la mira de un “aumento progresivo” de recursos a la atención primaria. “Esto permitirá disminuir las brechas existentes en recursos humanos, infraestructura y tecnología conforme al modelo de atención de salud familiar, mejorando en calidad, resolutividad e incorporando las tecnologías para el acceso a horas vía teléfono o web y atenciones a través de telemedicina”, señala en el documento programático.
Sebastián Sichel
Coincidiendo con Boric y Provoste, Sichel apunta hacia un plan universal de salud, pero difiere en que en vez de solo dejar a Fonasa como asegurador común, este debe ser ofrecido por todas las aseguradoras.
“Toda la población accederá a un mismo plan de salud, que será amplio en servicios, de calidad y cubrirá las necesidades mínimas acordadas por la sociedad. Este plan debe ser ofrecido obligatoriamente por todas las aseguradoras. Esto facilitará que todos los habitantes accedan a un mismo paquete de servicios, sin importar sus ingresos ni condiciones de salud. La prima de este plan no discriminará a personas según su riesgo, por lo que será un precio fijo para todos los beneficiarios de una misma aseguradora. Esto pone fin a la discriminación arbitraria de precios. Este plan incluirá los medicamentos ambulatorios, por lo que las personas no tendrán que desembolsar grandes sumas de dinero para poder obtenerlos”, dice su programa.
También propone la formación de nuevos médicos especialistas, a través de un nuevo plan de estudios en medicina para profesionales del área de la salud como enfermeras, kinesiólogos y matronas -entre otros-.
Daisy Pezoa, coordinadora de salud de la campaña de Sichel, destacó que las listas de espera serán una prioridad de los primeros 100 días de gobierno, expandiendo la red asistencial: “Queremos extender el horario de atención de los hospitales, aumento de extensión del funcionamiento de los pabellones y con convenios público-privados que permitan descongestionar la espera”.