Sin duda el capitalismo ha llevado a la creación de muchas tecnologías y el surgimiento de muchas sociedad, ello se demuestra en por ejemplo en las revoluciones industrial, tecnológica y verde, además de modificar para siempre el rol del Estado frente a las personas.
Aún así no todo ha sido positivo y sus falencias empiezan a verse, ya que ha beneficiado una economía a corto plazo, en desmedro del medio ambiente y de un bienestar a largo plazo, más aún cuando se enfrenta una pandemia y al calentamiento global.
Esto además queda demostrado con la polarización de las sociedades cada vez más evidente, el malestar social respecto a la política y al status quo.
“El capitalismo tal como existe hoy hace más daño que bien en el mundo”, dijo el 57% de los interrogados por Edelman (firma de marketing y relaciones públicas), en una encuesta de 2020 que fue realizada a personas en todo el mundo.
En base a esto es que expertos sostienen que el futuro del Capitalismo no está del todo zanjado, sino que debe evolucionar.
Desigualdad
Si bien el capitalismo llevó a sacar a muchas personas de la pobreza a través de una de sus variantes, el Neoliberalismo, también provocó una de las mayores desigualdades entre los más ricos y los más pobres.
“La pobreza absoluta es básicamente que las personas puedan obtener… US$4 por día por persona. Es una medida de umbral”, explicó Denise Stanley, profesora de Economía en la Universidad Estatal de California, pero advierte que la pobreza relativa puede desequilibrar una sociedad a largo plazo.
Un ejemplo de esto ocurre en Estados Unidos, donde los más pobres no han visto grandes variaciones en sus ingresos desde 1980, mientras que las fortunas de los más ricos han crecido alrededor de 6% al año.
Protestas anticapitalistas
Las democracias liberales podrían estar en un punto de inflexión, donde los ciudadanos cuestionan las normas capitalistas actuales con más intensidad política, algo que se ha dado en diversos países del mundo.
J. Patrice McSherry, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Long Island en Nueva York, tomó como ejemplo el caso de Chile.
“La movilización social comenzó con un aumento en las tarifas del metro en octubre de 2019, lo que provocó protestas de base amplia que convocaron a más de un millón de personas en manifestaciones (…) El movimiento social expuso las profundas fuentes del descontento en Chile: la desigualdad arraigada y creciente, el costo de vida en constante aumento y la privatización extrema en uno de los estados más neoliberales del mundo”.
En este punto destacó las normas impuestas bajo la dictadura de Pinochet, donde se “institucionalizaron la dominación económica y política del gobierno de facto y consagraron un marco neoliberal que borró el papel del Estado en las áreas sociales y económicas. Restringió la participación política, dio a la derecha (política) un poder desproporcionado e instaló un papel tutelar para las fuerzas armadas”.
En el mismo punto también se abarca lo sucedido en Francia en 2018, con el movimiento de los chalecos amarillos, en donde las demandas exigidas eran similares a las de Chile.
Muchas personas están pidiendo un cambio en el sistema existente, con el que se de cuenta las necesidades existentes en lugar de solo enriquecer los intereses privados. Es decir, reconsiderar el contrato social para el capitalismo, de modo que se vuelva más inclusivo.
En base a la nota de Matthew Wilburn King, consultor y conservacionista internacional basado en Boulder, Colorado, y presidente y director de Common Foundation, publicado en BBC Future.