La historia del Palacio Pereira, el lugar donde se redactará la nueva Constitución
El edificio ubicado en la esquina de Huérfanos y San Martín estuvo abandonado durante años, pero sobrevivió a tomas, a terremotos y a la naturaleza que creció en su interior.
El Palacio Pereira es el lugar donde prontamente se pondrán a sesionar los 155 miembros electos de la Convención Constitucional, donde se deberá discutir y redactar lo que será la nueva Carta Fundamental de Chile.
La importancia de este edificio no solo está ligada a lo que sucederá durante los próximos doce meses, sino que tiene una larga historia por donde pasó una familia, la Iglesia, un colegio e incluso los militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Fue construido hace casi 150 años, en 1872 por el arquitecto francés Lucient Ambroise Hénault, mandado por el abogado y político, Luis Pereira Cotapos, de quien obtiene el nombre.
Según explica en La Tercera el arquitecto Alberto Sato, experto en Historia de la Arquitectura y docente de la Universidad Diego Portales, el Palacio Pereira tuvo varios fines.
“El Palacio Pereira guarda en sus recuerdos la historia de una familia acaudalada hasta que un hijo, Julio Pereira lo vendió al Arzobispado en 1932 y en 1942 pasó a manos de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas; en 1960 fue arrendado por el Ministerio de Educación para instalar el Liceo Número 3 de Niñas. Diez años después, es abandonado, luego tomado por el Frente de Estudiantes Revolucionarios del MIR. En 1981, el gobierno dicta el decreto de Monumento Histórico pero su estado de abandono y deterioro agravado por el terremoto de 2010 lleva al gobierno a adquirir el inmueble y proponerse su restauración”, explicó.
En 2016 y luego de años de haber estado abandonado empezó a ser restaurado en el marco del programa Legado Bicentenario; los encargados de llevar a cabo esta tarea fueron los arquitectos Cecilia Puga, Paula Velasco y Alberto Moletto quienes resultaron electos luego de un concurso público.
La reinauguración se produjo en 2018, pero recién hacia 2020 se terminó su habilitación. Actualmente es administrado por el Consejo de Monumentos Nacionales, dependiente del Ministerio de las Culturas.
“El palacio Pereira es un ejemplo de la ley de monumentos imperfecta, porque estuvo 40 años muy bien protegido pero abandonado, deteriorándose hasta llegar a ser una ruina”, comentó en Radio Duna Emilio de la Cerda, subsecretario del Patrimonio Cultural.
Para su restauración se destinaron más de $15 mil millones, Paula Velasco comentó en Santiago Adicto que “el edificio tiene un rol que marca un momento, donde Chile deja de ser una colonia y empieza a construir la República (…) Refleja un periodo de transición. Gracias a que se mantuvo es un testimonio, de los que quedan pocos”.
Respecto al uso actual, la primera planta del edificio es público, posee una cafetería, auditorio, sala de exposiciones, espacios de trabajo y alberga las oficinas de la subsecretaría del Patrimonio y del Servicio Nacional del Patrimonio (exDIBAM).
Ahora parte de este lugar pasará a la historia al convertirse en uno de los lugares donde se ha escrito una Constitución en Chile, sumando al ex Congreso Nacional, aunque esta será la primera paritaria del mundo.
“Estoy a favor de que sea sede de la Convención Constitucional (…) de alguna manera encarna toda la historia de Chile” comentó en Radio Duna Carolina Delpiano, diseñadora y encargada de la habilitación del Palacio Pereira.