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Sueldo monetario y sueldo emocional: El balance para perseguir una mayor satisfacción en el trabajo

Hacer un análisis del “salario emocional” puede ayudar a que las personas puedan ser conscientes de cuánto les satisface su trabajo, lo que se puede observar y modificar para encontrar un equilibrio.

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22 Febrero, 2021

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En la última década el “salario emocional” ha empezado a tomar fuerza como una parte importante e independiente de la cantidad de dinero que aparece en el cheque mensual a fin de mes. Este concepto reúne a todas las retribuciones no económicas que se obtienen al realizar un trabajo y que marcan la satisfacción laboral.

Marisa Elizundia, especialista en recursos humanos y desarrollo de personas en España, lleva años investigando este tema, con el que espera crear “un nuevo paradigma laboral que redefina la forma en que pensamos sobre el trabajo”.

Ella es la creadora del Barómetro de Salario Emocional (ESB, por sus siglas en inglés), una herramienta basada en investigación científica internacional que mide los “beneficios puramente emocionales que los individuos obtienen del trabajo”.

¿Qué es el salario emocional?

“El salario económico es la base, pero hay que sumar a esa ecuación todo lo demás, todos aquellos elementos que te ayudan a crecer personal y profesionalmente. Eso es el salario emocional”, explicó Elizundia a BBC Mundo.

“Invertimos un tercio de nuestras vidas en el trabajo y no podemos pensar en ello solo en términos económicos. Sí, trabajas por dinero, pero si quitas la parte económica, ¿con qué te quedas? ¿por qué trabajas?”, reflexionó la especialista.

No es algo fijo, puede cambiar a lo largo del tiempo, y tú eres un agente muy importante para gestionar activamente tu salario emocional y reclamar lo que te falta, pero los líderes al frente de las empresas también tienen una importancia brutal”, agregó la experta.

Visiones del salario emocional

Cierto tipo de empresas lo utilizan a su favor, con el fin de atraer talento o conseguir la lealtad con sus empleados, ya que según los datos, no hay nada más improductivo que un empleado infeliz.

Aún así, expertos advierten que un salario emocional alto nunca puede compensar un salario económico bajo.

“A final de cuentas, si las empresas quieren retener a su mejor talento deben darle la retribución económica adecuada. El salario emocional es algo que suma al salario económico”.

Entre los ejemplos de un salario emocional se encuentra un horario flexible, los días libres, la guardería, los beneficios sociales, las actividades de voluntariado o los espacios de distracción en la empresa.

Los 10 factores

La investigación realizada en más de 20 países revela 10 factores clave que sirven para medir el salario emocional:

  1. Autonomía: “Es la libertad que uno siente de poder gestionar sus propios proyectos”.
  2. Pertenencia: “El hecho de pertenecer a un grupo que te valora y te reconoce”.
  3. Creatividad: “Mucha gente cree que la creatividad es algo únicamente de artistas, pero hasta la gente con trabajos que se consideran más ‘serios’ pueden poner su sello creativo en el trabajo”.
  4. Dirección: “La proyección de carrera en el futuro, la perspectiva a mediano y largo plazo en tu carrera”.
  5. Disfrute: “Es la parte de disfrutar, de gozar, de tener momentos agradables en el trabajo”. “No podemos hablar de felicidad, porque es un concepto mucho más complejo que no puede recaer únicamente en el trabajo, pero sí de disfrute.
  6. Maestría: “La satisfacción que sientes con el trabajo bien hecho que te llena de orgullo. También es lo que hace que cada día con tu trabajo te vuelvas un poquito mejor”. “Ya sabes las cosas que van a salir mejor o peor. Te vuelves excelente en tu trabajo”.
  7. Inspiración: “Aquellos momentos que tu tienes gracias tu trabajo que te generan un sentimiento de posibilidad, que te inspiran una nueva perspectiva sobre las cosas que tal vez antes no habías visto”.
  8. Crecimiento personal: “Gracias a tu trabajo te enfrentas a posibilidades que te ayudan a utilizar tus fortalezas de carácter que te hacen ser mejor persona, a sacar lo mejor de ti mismo”.
  9. Crecimiento profesional: “Son aquellos momentos que te ayudan a ejercitar tus habilidades, tus talentos para ser mejor profesional”.
  10.  Sentimiento de propósito: “Que tengas la sensación de que tu trabajo contribuye a tus propios propósitos y a los de la organización, que tenga para ti un significado”.

¿Cuál es tu salario emocional?

Para medir esto existen dos opciones: Identificar cuáles son los factores del trabajo emocional que a ti te resultan más importantes, y si coinciden con los de tu empresa.

“Hemos hecho estudios en organizaciones que destacan dos o tres factores, que son la firma emocional de la empresa y que de cierta manera une a la gente que trabaja allí, los aspectos a celebrar de la empresa que tienen mucho que ver con la cultura corporativa”.

El segundo -una vez has identificado los factores del salario emocional que para ti son más relevantes- consiste en describir cómo los pone en práctica tu empresa, cómo se hacen realidad.

Tener claras estas respuestas ayuda a perseguir una mayor satisfacción laboral y a tener más claro por qué trabajas.

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