Una semana con más de 50.000 casos diarios. Esa es la realidad que enfrenta el Reino Unido y por la que el Primer Ministro de ese país, Boris Johnson, volvió a decretar un tercer confinamiento nacional, el más duro ha enfrentado desde marzo cuando “en sus peores días” los contagios solo superaban los 5.000.
Tras el anuncio de Johnson, los ingleses salieron a abastecerse con alimentos y otros objetos, dejando estantes vacíos en varios supermercados, según informó The Sun.
Además se reportaron largas filas a las afueras de los locales y también filas electrónicas para el comercio online, con casi 15.000 personas en la web de uno de los supermercados. Entre lo que más se llevaron figura el arroz, papel higiénico, frutas frescas, pan y comida congelada.
En este confinamiento, los ingleses solo podrán salir de sus casas en cinco escenarios:
1.Para trabajar en caso de que no se pueda hacer a distancia,
2. Hacer compras imprescindibles
3. Hacer ejercicio cerca de casa (una vez al día)
4. Cuidar o ayudar a personas vulnerables
5. Por motivos sanitarios o huir de amenaza o violencia.
Los colegios, institutos y universidades deberán volver a funcionar de manera telemática al menos hasta mediados de febrero mientras que los jardines infantiles sí podrán seguir funcionando, pero respetando la medida de grupos burbuja.
Una de las enfermeras que pertenece al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) grabó un video donde llamó a las personas a que eviten vaciar los estantes con comida porque ellos también necesitan.
“Acabo de salir del supermercado, no hay fruta ni vegetales. Lloré un poco… acabo de terminar un turno de 48 horas y quería comprar algo para las próximas 48. No sé como se supone que debería mantenerme sana. Esa gente que vacía los estantes de comida básica necesita parar. Hay gente como yo que a tener que cuidarlos, por favor paren”.