Un 13 de noviembre pero de 1940 se estrenó una de las películas de animación más ambiciosas y experimentales de Disney: Fantasía.
Actualmente es considerada como un clásico de la compañía que ha permanecido vigente a pesar de los años, además no fue un éxito de taquilla, pero sí fue nombrada por los críticos como una obra maestra.
Solo se proyectó en 12 salas debido a que el equipamiento para reproducir el audio de la forma en que había sido grabado resultaba muy costoso, por otro lado el estallido de la Segunda Guerra Mundial no permitió que se pudiera estrenar en otros países. Al final solo recaudó 1,3 millones de dólares.
Según el American Film Institute (AFI), “Fantasía” ocupa el quinto puesto de las 10 mejores películas de animación tras “Blancanieves y los siete enanitos” (1937), “Pinocho” (1940), “Bambi” (1942) y “El Rey León” (1994).
La música e historia que forman parte del largometraje fueron escogidas de la pieza orquestal que el compositor francés Paul Dukas creó en 1897 para el poema de 1797 “Der Zauberlehrling” (“El aprendiz de brujo”), de Goethe.
Esta película está dividida en ocho partes: “Tocata y fuga en re menor” (Bach), extractos de “El cascanueces” (Tchaikovsky), “El aprendiz de brujo”, “La consagración de la primavera” (Stravinski), “La Sinfonía número seis” (Beethoven), más conocida como “la Pastoral”; “La danza de las horas” (tomado de la ópera ‘La Gioconda’ de Amilcare Ponchielli), el “Monte Pelado” (Mussorgsky) y el “Ave María” (Schubert).
En un principio también incluía “Claro de Luna” de Debussy, aunque finalmente fue eliminado del montaje definitivo.