Alemania junto con varios países europeos enfrentan la segunda ola del coronavirus, el cual se ha disparado a cifras mucho mayores que las que afectaron a la nación en los primeros meses de la pandemia.
Si en marzo registraron peaks cercanos a los 6.000 casos diarios, en los últimos días el mayor peak superó los 23.000. Es por eso que por el momento se encuentran en una segunda semana (de cuatro) que durará el confinamiento parcial que les fue impuesto.
“Tenemos que arreglárnoslas juntos para superar este invierno en general con cifras más bajas”, comentó Jens Spahn, ministro de Salud alemán quien además sostuvo que las restricciones podrían durar todo el invierno.
Todo esto se enmarca en la necesidad de reducir las infecciones y evitar el colapso de los sistemas de salud, medidas que también podrían evitar grandes fiestas y reuniones sociales de más de 10 o 15 personas.
En el país europeo las escuelas y tiendas se mantienen abiertas, pero no así los restaurantes, bares y centros deportivos.