Envejecimiento de la población y el rol de la inmigración: ¿Cómo afrontar los próximos 25 años?

El envejecimiento es un fenómeno natural de la población humana. Los avances tecnológicos, buenas políticas públicas en materia de salud, educación y medidas socioeconómicas son algunos de los factores que han permitido el aumento de las expectativas de vida a nivel internacional.

Según información de la Organización Panamericana de la Salud, el año 2015 existían 900 millones de personas mayores de 60 años y hacia 2050 ese número llegará a 2.100 millones.

Envejecimiento de la población en Chile | IPSUS

¿Cómo afecta a Chile?

Nuestro país no está exento de este fenómeno mundial, el que además cuenta con la mayor esperanza de vida en Latinoamérica, con 79.5 años.

Un estudio publicado en Sciencedirect sostiene que Chile enfrenta un rápido envejecimiento poblacional en un contexto de profunda desigualdad socioeconómica, de género y urbano-rural en los adultos mayores.

¿Cómo enfrentarlo?

Diversas investigaciones han abarcado el cómo se puede hacer frente al envejecimiento de la población, uno de ellos es la Asociación de Ginebra, quien plantea los siguientes puntos:

• Fortalecer las redes de seguridad de las personas mayores: Se debe promover un envejecimiento autónomo y de autovalencia a través de actividades que les hagan recuperar los aspectos físicos y cognitivos que empiezan a perderse con el tiempo.
• Aumentar los fondos de pensiones de ahorro para la jubilación: Los sistemas de ahorro obligatorios (como en el caso de Chile) son más eficaces para garantizar una amplia cobertura que los sistemas voluntarios.
  Los fondos de pensiones, pueden ayudar a mantener niveles adecuados de ahorro nacional (dependiendo de su diseño), el trabajo está en mejorar el monto que reciben los pensionados, que apunte a una menor desigualdad.
• Fomentar la prolongación de la vida laboral: Si bien es uno de los puntos más mediáticos, podría trabajarse con el desarrollo de una «jubilación flexible», fomentar el aprendizaje permanente y revisar las políticas de empleo. Esto no solo sería bueno para la economía, sino que también para la salud de los adultos mayores. Esta medida aumentaría la adecuación de los ingresos para los mayores, sin poner una nueva carga en los jóvenes.
• Fomentar una mayor tasa de natalidad: Este factor reduciría el envejecimiento de dos o tres décadas, pero solo de forma parcial. En el largo plazo es más positivo aplicar medidas que favorecieran reducir la dependencia en la vejez y elevar tasas de crecimiento económico.
• Aumento de la inmigración: Países capaces de integrar de forma rápida y eficaz a nuevos migrantes pueden beneficiarse de sus talentos, aunque debe hacerse de forma regulada, ya que si la tasa de inmigración excede la capacidad de asimilación del país puede provocar daños en la cohesión social y una reacción violenta por parte de la población nativa.

El rol de la migración ¿Por qué es relevante?

Shamshad Akhtar, secretaria general adjunta y secretaria ejecutiva Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP), explicó que los migrantes llenan las lagunas existentes en el mercado laboral y en la disponibilidad de conocimientos, de forma que refuerzan la competitividad y el crecimiento.

“La migración es beneficiosa para los países que se enfrentan a una reducción de la población en edad de trabajar y también podría contribuir a solventar los problemas que plantea el aumento de la población joven en algunos países de la región”.

La experta sitúa a un primer grupo de países como “generadores de demanda”, mientras que un segundo grupo como quienes podrían constituir centros dinámicos que ofrecen mano de obra, siempre que se promuevan adecuadamente sus aptitudes.

Percepción negativa de la migración

Este punto se da en gran medida debido al temor a que los migrantes “quiten” puestos de trabajo o generen contención salarial, sin embargo, la evidencia que señala la experta muestra una imagen más matizada.

La migración puede propiciar un aumento de la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los países de destino, el incremento de los salarios de los migrantes y la expansión de los beneficios indirectos de las remesas para los países de origen.

Por otro lado, también apunta que a los migrantes no los detienen las dificultades para dejar su país de origen, sino que cambian su forma de emigrar: los empujan hacia el empleo irregular e informal, los hacen vulnerables frente a la explotación y los abusos, y atrapan a los trabajadores nacionales en una competencia desenfrenada en términos de salarios, condiciones laborales y protección social.

¿Qué se debe tener en cuenta?

La organización Libertad y Desarrollo sostiene que se debe determinar el tipo de regulación adecuada para que el flujo de los migrantes y su inmersión en la nueva cultura sea fluida y no provoque rechazo en la población nacional.

• Determinar las capacidades para no alterar flujos migratorios y que no se generen situaciones como tráfico de migrantes.
• Tener respeto por los derechos de los migrantes y tomar en cuenta el gasto público para materias como salud primaria y educación.
• Los migrantes tienen una alta fuerza laboral, lo que genera una serie de beneficios económicos al país.