Diversos países están aplicando un nuevo tipo de certificado de residencia, el que permite a las personas que hacen teletrabajo vivir en otra nación, lo conocidos “nómadas digitales”.
Una encuesta global realizada por la consultora estadounidense Gartner, reveló que más del 80% de 127 líderes de compañías, estuvieron dispuestos a permitir el trabajo remoto a tiempo parcial incluso cuando la crisis sanitaria lo permita.
“La gente se ha pasado las últimas cuatro décadas pidiendo más flexibilidad para trabajar desde casa y la pandemia lo ha conseguido en mucho menos tiempo que cualquier sindicato”, sostiene Dave Cook, investigador de doctorado del departamento de Antropología de la University College de Londres, recogido por BBC.
Vivir en el caribe
Bermuda es uno de los países que optó por esta opción, quien el 1 de agosto lanzó el programa “Work from Bermuda” y que permite vivir en esta isla por 12 meses y trabajar remotamente.
La nación que controló con éxito la primera ola de coronavirus y reabrió sus fronteras el 1 de julio, ahora busca impulsar su economía con monedas extranjeras.
Los turistas que llegaron buscaban extender sus visas de 90 días, además de inscribirse en gimnasios y arrendar lugares de hospedaje durante meses: “Ahí se nos encendió la bombilla”, comentó Glenn Jones, consejero delegado interino de la Autoridad de Turismo de Bermuda.
Para acceder a esto no hay muchas restricciones: Se paga una tarifa de US$263 de la solicitud de la visa ($205.000 pesos chilenos aproximadamente), un seguro médico con validez y demostrar un sustento económico suficiente, donde además se permiten entradas y salidas múltiples.
Otros casos
El pasado 12 de julio, la isla caribeña Barbados también inició un programa similar, con un valor de US$2.000 para individuos y US$3.000 para familias, aunque los ingresos anuales deben ser mínimo US$50.000.
En estos en lugares con pocas infecciones por coronavirus, la estrategia planeada rápidamente busca relanzar el turismo con viajeros de largo plazo, lo que implica un menor riesgo de Covid-19.
Por otro lado, Estonia es uno de los países que lo ha preparado desde antes de la pandemia, un país europeo cuyo 8% de la economía corresponde al turismo.
“Había una cantidad importante de personas que estaban trabajando ilegalmente con visas de vacaciones. Así que pensamos, ¿por qué no dejamos que el Gobierno resuelva esto?”, explicó Ott Varner, director general de e-Residency en Estonia.
Una encuesta realizada en el mercado estadounidense sobre el interés en la Visa Nómada Digital demostró que el 57% de participantes considerarían vivir en otro país realizando teletrabajo, con un costo de vida inferior y experiencias culturales distintas.
Los solicitantes deben pagar una tarifa US$120, tener un seguro médico y evidenciar ingresos mensuales de al menos US$4.180 durante los seis meses anteriores a la llegada, aunque no hay restricciones de elegibilidad de trabajo o país de origen.
Con ello pretenden atraer a 1.800 postulantes, con una intención de que se queden de forma indefinida.