La crianza intensiva: El modelo estadounidense que se expande por Europa
Niños con diversas actividades curriculares y que pasan más tiempo con los padres son algunas de las metodologías, aunque también tiene algunos “contras” que en general afectan a las madres.
Un estudio realizado en 2009 por un grupo internacional, analizó los rasgos que padres de diferentes países querían que tuvieran sus hijos.
Los padres holandeses estaban enfocados en el descanso, la limpieza y la rutina; los italianos preferían que fueran rectos, equilibrados y simpáticos; y por otro lado, los estadounidenses tienden a querer a sus hijos con características de “inteligencia” y “cognitivamente avanzados”.
Este último caso representa un cambio en el estilo de crianza que pasó de niños que se quedaban solos en casa tras el colegio en los años 80 a los padres “helicóptero”, quienes están constantemente pendiente de lo que hacen sus hijos, un “modelo de crianza intensiva”.
¿Qué es la crianza intensiva?
Es un modelo que incluye programar a los niños para múltiples actividades curriculares y apoyar sus necesidades y talentos, además de pasar más tiempo con ellos.
“Requiere una cantidad significativa de tiempo y dinero”, comenta Patrick Ishizuka, profesor de sociología que estudia este tipo de crianza en la Universidad de Washington, Estados Unidos.
El tiempo que los padres pasan con los hijos “se considera crítico para obtener resultados cognitivos, conductuales y académicos positivos”, sostuvo Judith Treas, autora de un estudio sobre la cantidad de tiempo padre-hijo.
La influencia de la desigualdad
Según Frederick de Moll, un investigador alemán de la Universidad de Luxemburgo, sostiene que el aumento de la desigualdad hace que los padres sientan la necesidad de impulsar la educación de sus hijos.
“En el pasado, el papel de los padres era garantizar que sus hijos estuvieran bien físicamente, que se desarrollaran bien mentalmente y que la parte de aprendizaje, la parte educativa, sea tarea de las escuelas”, sostiene.
Actualmente, los padres están más involucrados con el aprendizaje de sus hijos e intentan interactuar más con los profesores.
“Si la desigualdad es muy alta, desde la perspectiva de los padres se vuelve muy importante que los niños no se queden atrás. Por lo tanto, asumirán un estilo de crianza más intenso y más orientado al éxito”, explicó Matthias Doepke, coautor del libro “Amor, dinero y crianza de los hijos: Cómo la economía explica la forma en que criamos a nuestros hijos.
Otros aspectos relevantes
Apego
En un estudio realizado en Suecia durante 2016, se reveló que la mayoría de los padres creían que las actividades extracurriculares ayudarían a sus hijos a desarrollar habilidades útiles y que facilitar esto era parte del ideal de maternidad y paternidad.
En países con baja desigualdad económica, como Islandia, estudios sostienen que este modelo de crianza intensiva igual está proliferando, enfocándose desde una etapa temprana con una lactancia prolongada.
Centros preescolares
En la configuración de las perspectivas de crianza, incluida la intensiva, tiene una gran relevancia el papel que realizan los centros preescolares.
“Los niños pasan la mayor parte de sus días de semana en guarderías. Por lo tanto, los padres y los niños están expuestos a los ideales de infancia y paternidad comunicados por maestros de preescolar altamente educados”, informa el estudio sueco.
En esta investigación también se sugirió que algunos padres de clase media inscriben a sus hijos en actividades adicionales para que no sean vistos como padres irresponsables.
Libros de ayuda
Otros expertos señalan como una gran influencia los libros para padres y publicaciones en blogs o artículos disponibles para las familias.
Aún así, la crianza intensiva también puede pasar la cuenta, siendo las madres quienes se llevan la peor parte del trabajo relacionado al cuidado de los hijos.
Un estudio de 2012 por académicos estadounidenses mostró que mientras más intensa es la crianza, más deprimida y ansiosa es la madre.