La pandemia ocasionada por el Covid-19 se ha propagado de diversas maneras a nivel mundial, y se ha enfrentado con técnicas como la cantidad de test realizados o el confinamiento, pero lo que ha llevado a un denominador común son las naciones dirigidas por mujeres, las que han tenido un mejor desempeño superando la crisis.
El caso más notorio es el de Nueva Zelanda, cuya primera ministra, Jacinda Ardern, tomó restrictivas medidas al inicio de la pandemia en su país y logró controlarla con 1.504 contagios y solo 21 muertes.
En el continente europeo, Ángela Merkel comentó: “Esto es serio, tómenselo en serio ustedes también”, en marzo pasado.
A pesar del elevado número de contagios (más de 181.000) tiene 8.373 muertos, una cifra notoriamente inferior a países cercanos como Francia, España e Italia, que superan los 27 mil fallecidos.
Katrín Jakobsdóttir, primera ministra islandesa, optó por la estrategia de ofrecer el test de forma gratuita a todos los habitantes, algo posible debido a que tienen 360 mil habitantes.
Lo anterior se agregó al sistema de monitoreo y aislamiento de las personas que pudieron haber estado en contacto con el virus, lo que evitó una cuarentena estricta, provocó 1.800 contagios y solo 10 muertes.
Países nórdicos liderados por mujeres como Finlandia, Noruega y Dinamarca también lograron éxito en sus estrategias frente al Covid-19.
¿Tiene alguna relevancia el género?
Expertas coinciden en que sería un error idealizar el liderazgo femenino, ya que es difícil argumentarlo desde el punto de vista científico.
Elisabeth Kelan, profesora de Liderazgo y Organización de la universidad de Essex comentó en La Vanguardia que “siempre tendemos a achacarlo todo al género, pero la realidad es más compleja: no existe una forma única de liderazgo femenino”.
“Las mujeres probablemente han estado expuestas a más retos durante su ascenso hacia el liderazgo, lo que las ha forzado a pensar en más opciones, desarrollar más alternativas y flexibilizan su estilo”, agregó.
Otro punto importante que podría influir es el tipo de sociedad que las mujeres gobiernan, las que cuentan con buenas instituciones.
Núria Mas, profesora del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, destacó que el liderazgo femenino suele ser más participativo, pero también apuntó al alto perfil académico de muchas de las líderes como una posible causa de su buen manejo de la crisis.