Desde su aparición, el cigarro electrónico es considerado como una alternativa mucho menos tóxica que el tabaco, el que genera daños menores en el cuerpo pero que aún divide a diversas organizaciones.
Según El País, algunas asociaciones españolas como Médicos en Apoyo del Vapeo, la plataforma para la Reducción de Daño por Tabaquismo y de Cigarrillos Electrónicos defienden su uso como una ayuda a dejar de fumar, otras como Medicina de Familia, el área de neumología y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo son claros en señalar que sí causan daño y que no se deben recomendar.
El cirujano oncológico del hospital Gómez Ulla de Madrid, Fernando Fernández, sostuvo que la “evidencia científica” ha demostrado la efectividad de estos dispositivos, algo en lo que concuerda el presidente del Grupo de Tabaquismo del Real Colegio de Médicos británico, John Britton, quien comentó que en ese país se aconseja el uso de cigarrillos electrónicos, lo que ha bajado la cantidad de fumadores a un 15%.
“Tienen un 95% menos de tóxicos. Podrá haber algún muerto por cáncer de pulmón o por enfisema, pero serán muchos menos”, manifestó Britton.
La puerta al tabaquismo
Según las informaciones, más del 50% de los 3.2 millones de británicos usaban el cigarro electrónico dejaron de fumar, el 44,2% lo sigue haciendo y el 4,2% era no fumador. En el caso de los adolescentes, los diversos estudios indican que entre el 4% y el 14% lo probó alguna vez, pero esas tasas siguen bajando.
Una investigación publicada en el New England Journal of Medicine señala que el 18,8% de quienes usan cigarros electrónicos se han mantenido sin fumar, lo que dista frente a otras soluciones como los parches o chicles, lo que se conoce como una reducción de daños.
Por otro lado, Raquel Fernández de Nofumadores.org, apunta a que esta “reducción de daños” es usada desde hace años por la industria tabacalera “para seguir haciendo negocio a costa de la salud de sus consumidores. Ya usó el argumento en los años cincuenta cuando introdujo el filtro en los cigarrillos y en los años setenta cuando introdujo los cigarrillos light. ¿Quién nos dice que ahora no nos están mintiendo de nuevo?”, comentó la presidenta del organismo.