“Hemos descubierto el pasado 10 de enero la cueva inundada más grande del mundo“, declaró a El Mundo el arqueólogo Guillermo De Anda, del Instituto Nacional de Antropología de México, director de este proyecto bautizado “Gran Acuífero Maya”.
“Es una de las últimas fronteras y odiseas humanas. Posiblemente estamos ante una de las zonas arqueológicas más importantes del planeta“, señaló De Anda.
El sistema de cavernas inundadas tiene una extensión de 350 kilómetros conformados por la unión de dos famosos cenotes: El turístico Dos Ojos y Sac Actun. Sin embargo, los investigadores creen que la caverna de la Península del Yucatán esconde nuevos descubrimientos.
El ayudante y buzo del proyecto, Robert Schmittner, contó: “Estuvimos 20 años haciendo los mapas y llevo 14 años buceando por los posibles lugares de conexión entre las dos cuevas. Una vez estuvimos muy cerca, a un metro de pared entre ambos acuíferos, pero no se conectaban y seguimos buscando el punto donde sí lo hicieran”.
“En mi opinión sólo hemos comenzado. La siguiente conexión, ya estamos cerca de hallarla, conformará una cueva de más de 500 kilómetros”, explicó Schmittner.
“Podemos hablar de una caverna de 1.000 kilómetros que la convertiría en la más grande del mundo inundada y en seco”, agregó De Anda.
“Estamos reportando las consecuencias del último gran cambio climático que hubo en la Tierra. Lo que aquí hallamos es una gran lección para entender lo que está pasando hoy”, dijo el director del proyecto, que contó que estas cavernas se inundaron tras el derretimiento de glaciares y en ese entonces ahí vivían humanos y animales.
El buzo contó que “hay restos de animales y humanos de entre 10.000 y 15.000 años. Entre los más de 200 cenotes que hemos buceado hemos hallado también restos de templos, casas, vasijas y huesos de los mayas”, agregando que “dentro de este sistema hay dos especies de peces ciegos, sin ojos, que son endémicos de la cueva. También hay algún tipo de crustáceo propio”.