La investigación que realizó Jean Twenge, profesora de psicología de San Diego State University mostró que los iGen, la generación de niños y jóvenes nacidos después de 1995, que han estado toda su adolescencia con un celular en la mano, tiene características no vista en otras generaciones.
Entre las conclusiones que demostraron el estudio, se encuentran:
1. Son más tolerantes, pero menos felices.
2. Toman menos alcohol y tienen menos sexo.
3. Estos adolescentes están menos dispuestos a trabajar, manejar y salir.
Lo positivo y lo negativo
Todas estas conductas, generan que estas personas crezcan más lento, no salgan de su zona de confort y eviten actividades que realizan los adultos.
Como en todo, estas características generacionales tienen aspectos positivos y otros negativos. Dentro de lo negativo está que a la hora de entrar a la universidad y de trabajar tienen menos experiencia, son dependientes y les cuesta tomar decisiones. El lado positivo de eso, es que se exponen menos a situaciones peligrosas, como por ejemplo a probar drogas y alcohol.
En esta generación iGen, en promedio estos jóvenes están seis horas diarias conectados, sobre todo en redes sociales y jugando. Una consecuencia de esto, dedican menos tiempo a estar con sus amigos en persona, lo que tiene riesgos para la salud mental, y posibles consecuencias negativas en el desarrollo de las habilidades sociales, de lectura y escritura.
A diferencia de los millennials, no tienen grandes aspiraciones. Les preocupa tener un espacio seguro y estabilidad emocional.
Foto: Urbe