El lugar de trabajo soñado para los cat-lovers existe. En Tokyo, Japón, la empresa de informática Ferray tiene nueve felinos que se pasean con absoluta libertad entre computadores, teclados y cables.
El director de la compañía, Hidenobu Fukuda, introdujo la política de gatos en la oficina en el año 2000 tras la petición de uno de sus colaboradores, y autorizó a los empleados a traer a sus mininos. El objetivo: combatir el estrés y la fatiga producida por las largas horas laborales.
“Es lindo tener un gato en la oficina. te hace sentir más cómoda y es bueno cuando estás cansada”, dice una de las empleadas mientras acaricia un gato en en su falda.
Ferray no es la primera empresa en trabajar con animales para ayudar a los empleados. En Oracle Japan comparten desde 1991 con perros. Actualmente tienen a un antiguo pastor inglés llamado Candy, a quien designaron como “embajador” encargado de los invitados y de calmar al personal.
Otro ejemplo es la firma de recursos humanos Pasona Group, quien cuenta con dos cabras (desde 2011) y dos alpacas (desde 2013), las cuales son utilizadas, en parte, con fines terapéuticos.