Henderson es una de las cuatro islas británicas de Pitcairn. Ubicada en el Pacífico a cinco mil kilómetros de Chile, es una de las más desoladas del mundo. Sólo la visitan científicos y aventureros cada cinco o diez años. Su superficie total es de 47 kilómetros cuadrados, dos veces la comuna de La Reina.
Lo tiene todo para ser un paraíso tipo ‘La laguna azul’, pero 17 toneladas de plástico y basura tapizan sus playas. Durante la más reciente expedición, realizada en 2015 por científicos de la Royal Society for the Protection of Birds, la investigadora Jennifer Lavers, elaboró un estudio en el que contabilizó hasta 671 trozos de plástico por metro cuadrado en las playas. Esto la convierte en el lugar con mayor densidad de desechos plásticos del planeta.
“Sobre la base de nuestras tomadas en cinco sitios, hemos estimado que más de 17 toneladas de desperdicios plásticos han sido depositados en la isla y más de 3.570 nuevos desechos se posan a diario en una sola de sus playas”, dijo la experta aunque aseguró que, “es probable que estos cálculos subestimen la magnitud de la acumulación de desechos en esta isla”.
El 68% de la basura ni siquiera es visible. Al menos 4.500 trozos por metro cuadrado están enterrados a 10 centímetros bajo la superficie. Los animales de la isla están obligados a convivir con los desperdicios.
“Los cangrejos terrestres están viviendo dentro de tapas de botellas, en contenedores y botes de cosméticos”, dijo Lavers y agregó, “este plástico es viejo, frágil, afilado y tóxico”.
¿Por qué ocurre esto? La ubicación geográfica de la isla, casi en el centro del remolino o gran corriente marina del sur del Pacífico, sería la responsable de llevar la elevada acumulación de residuos, depositados al fondo del mar, a sus costas.