Lás últimas cartas de Pizarnik
1971 – Un hilito de vida le queda aún a la poeta argentina Alejandra Pizarnik, que lo invierte en gran parte en escribir cartas a sus amigos como esta para Cortázar. Un espacio de Bárbara Espejo.
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1971 – Un hilito de vida le queda aún a la poeta argentina Alejandra Pizarnik, que lo invierte en gran parte en escribir cartas a sus amigos como esta para Cortázar. Un espacio de Bárbara Espejo.
Matías RIvas destacó varios imperdibles de uno de los más influyentes del siglo XX.
1963 – Julio Cortázar publica “Rayuela”. Muchos creen que La Maga está inspirada en Edith. La mujer a la que el escritor argentino conoció en París, antes de tener una relación, Cortázar viaja a Argentina y luego decide regresar a Francia y quedarse ahí. Entonces, le escribe esta carta. En la voz, Bárbara Espejo.
1982- Un año antes Julio Cortázar y su casi 30 años más joven novia, Carole Dunlop, se han convertido en los autonautas de la cosmopista. Durante el viaje Cortázar, Dunlop y la traductora de “Rayuela” Silvia Monrós – Stojakovic, se escriben. Carol le confiesa de pronto que está frente al abismo. En la voz, Bárbara Espejo.
1971-Entre ellos se escribieron cartas de enorme valor emocional a través de las que ella reconocía sus miserias y Julio intentaba consolar su autoestima destruida a ver si así en algo ayudaba a enfrentar la depresión y el alcoholismo.
En tiempos convulsionados los libros son una ventana, una puerta y un mundo que acoge y sirve de escape. Acá todos los libros que han sido refugio durante la pandemia. ¿Cuáles han sido los tuyos?
Él tenía 65 y el mismo espíritu aventurero y libre que la joven canadiense de 31. El escritor argentino que se paseaba por las camas de Europa buscando cariño se aferró a la fotógrafa.
El 14 de julio de 1965, cuando han pasado casi un año sin verse, Julio Cortazar le escribe a Alejandra Pizarnik desde la capital francesa.
El escritor argentino también aprovechó de poner al día al escritor colombiano de su nuevo romance.
“Hace casi un año que se que Julio tiene una leucemia crónica. Él no lo sabe y no lo tiene que saber”, escribe su pareja a una amiga.