De Hemingway a Mary
1946 – Tuvieron dos citas y el inmenso Hemingway le dice: no te conozco, Mary, pero me quiero casar contigo. Eso harían, en Cuba, vivieron en la Finca Vigia, pasearon a bordo del Pilar, conversaron incansablemente e incansablemente tomaron mojitos y daiquiris. Durante un viaje de su mujer, el amante de los toros y el box, le escribe. Un espacio de Bárbara Espejo.