Dejemos que mi composición se pierda para siempre en la oscuridad
1835- Frederic Chopin le escribe a quien fuera su alumna alguna vez y repetidamente su musa, la condesa Delphina Potovska. Un espacio de Bárbara Espejo.
Duna
Sonidos de tu Mundo
1835- Frederic Chopin le escribe a quien fuera su alumna alguna vez y repetidamente su musa, la condesa Delphina Potovska. Un espacio de Bárbara Espejo.
1967 – Era Julio en Nueva York cuando, unos niños aún, llamados Patti (Smith) y Robert (Mapplethorpe) se conocen y sellan una amistad profunda. Pasan hambre, frío pero son felices en Greenwich Village. No se separarían hasta que murió el fotógrafo de Sida en 1989. Muchos años después, en un la inauguración del archivo de su fotografía, Patti le leyó una carta en la que le agradecía por enseñarle lo que era ser artista. Un espacio de Bárbara Espejo.
2009 – La actriz Emma Thompson es invitada a participar de una iniciativa que ya hemos revisado en Notables: escribir a una Emma Thompson de 16 años. La formidable actriz británica acepta el desafío y le dice. Un espacio de Bárbara Espejo.
1872 -Un año antes, Giuseppe Verdi ha estrenado Aida en el Cairo. Reconocida por la crítica y el público como una ópera monumental, un caballero italiano llamado Prospero Bertani ha viajdo, no una, sino que DOS veces, a Parma para poder verla y le ha escrito la siguiente asombrosa carta al maestro. Un espacio de Bárbara Espejo.
1963 – El 22 de noviembre de ese año, hace 60 años atrás, es asesinado en Dallas el presidente de Estados Unidos, John Kennedy. Pocos días después, su mujer, Jackie, cuya imagen con el traje Chanel rosado ensangrentado y luego con su velo de viuda liderando el cortejo con sus dos hijos, le escribe una carta a quien fuera el adversario más severo en la política internacional de su marido como mandatario. En una de sus últimas noches en la Casa Blanca, le dedicó a Nikita Kruschev las siguientes líneas. Un espacio de Bárbara Espejo.
1919– Franz Kafka y Milena Jesenska coinciden en un café. A su admirado autor de “La Metamorfósis”, lo buscó aun cuando estaban ambos casados. Los primeros intercambios están colmados de cortesía profesional casi zalamera. Se cuentan sus miserias y algunos meses después, ya está el amor. Breves fueron los encuentros de los amantes. Las cartas, una infinidad. Un espacio de Bárbara Espejo.
1930 – En un viaje a Cadaqués la mujer y musa del poeta Paul Éluard se reúne con otros amigos como Magritte y Luis Buñuel que le presentan a Salvador Dalí. El arrebato es tal que ese mismo año Gala se separa de Éluard. Ese primer año de la década el poeta aún le reconoce que extraña a la mujer que conoció siendo ambos muchachos en un sanatorio para tuberculosos. Un espacio de Bárbara Espejo.
1915 – Habiendo visto la muerte de cerca, piensa en su madre y el desconsuelo que sufriría si un día llegara un oficial a la puerta de su casa a informarle que su hijo ha muerto en combate. Arthur decide entonces dejar esta carta en caso que fuera necesario. Un espacio de Bárbara Espejo.
1812- El genio musical, recibe de parte de una muy joven aspirante a pianistas llamada Emilie una libretita bordada a mano tan linda que, el nunca demasiado fácil de conmover Beethoven, se enternece al nivel de que decide escribirle intentando persuadirla para que consiga sus sueños pianísticos, algunos consejos para la vida creativa y, casi sin querer, concibe un manifiesto sobre lo que es ser un artista. Un espacio de Bárbara Espejo.
1994 – Se escribe una carta que años después, en 2015, sería elegida en una encuesta promovida por una compañía de seguros para San Valentín, como la más linda carta de amor. Desde Dinamarca por el fantástico Johnny Cash para su gran amor, June Carter. Un espacio de Bárbara Espejo.