Camaradas en medio de la crisis
1962- La relación entre Estados Unidos y Cuba se tensiona a niveles increíbles. 10 días después, Fidel Castro le escribe a su homólogo soviético Nikita Krushchev. Un espacio de Bárbara Espejo.
Duna
Sonidos de tu Mundo
1962- La relación entre Estados Unidos y Cuba se tensiona a niveles increíbles. 10 días después, Fidel Castro le escribe a su homólogo soviético Nikita Krushchev. Un espacio de Bárbara Espejo.
1897- Se veían cada tanto, Rilke sostuvo que sus encuentros con Lou podían cambiar radicalmente su angustia, así es que las cartas contribuyeron notablemente a la superación de sus constantes inquietudes. Lou, por su parte, no sólo asistió al poeta con su pasión y su conocimiento sicoanalítico, sino que a través de sus cartas ella misma fue transformándose en una notable escritora. Se encendía y se compadecía la Salomé porque recibía cartas como esta. Un espacio de Bárbara Espejo.
1876- Hugo von Senger le presenta a su joven alumna, Mathilde Trampedach. A 24 horas de conocerla, Nietzche evita todo tipo de rodeo y le escribe la siguiente carta. Un espacio de Bárbara Espejo.
2014 – En televisión reinan los reality shows y los programas de cocina, de todos, Anthony Bourdain es quizá el más atrevido, el más querido y también, el más opinante y oscuro. Tras su paso por México para su programa de televisión, decidió escribirle una carta abierta a ese país, denunciando la hipocresía del suyo y declarándole su amor a la tierra del mezcal. Un espacio de Bárbara Espejo.
2017 – Varias personalidades de distintos ámbitos participan de “A velocity of being: letters to a young reader”, un libro que reúne cartas para explicar a los niños la importancia y la maravilla de leer. Entre otros se animan la fantástica primatóloga Jane Goodall. En su carta les dice. En la voz, Bárbara Espejo.
1909- James Joyce, autor de Ulises, le escribe una de sus más célebres cartas a su mujer Nora Bernacle. Son líneas de un deseo encendido y maravillosamente articuladas, que revelan un aspecto insospechado de Joyce, siempre tan compuesto (a pesar de la bebida) con sus anteojos y su bigote y ese talento literario comparado por muchos, como Borges, sin temor alguno con Shakespeare. En la voz, Bárbara Espejo.
1973 – El 11 de septiembre Salvador Allende se quita la vida en La Moneda en llamas, le ordenan a la ciudadanía que no salgan de sus casas y con un golpe militar comienza la dictadura en Chile. Al día siguiente, sólo en su pieza en La Serena, en un bloc con membrete de la Universidad de Chile, Jorge Peña Hen, el músico, director, fundador de las orquestas infantiles con las que pretendía dar más oportunidades y más libertad a los niños chilenos, se sentó a escribir la que sería su carta de despedida con una letra pequeñísima, encogida y triste. En la voz, Bárbara Espejo
1796- Napoleón Bonaparte se ha casado con Josefina, una de las relaciones más reconocidamente tormentosas. La misma noche de bodas, Napoleón parte a invadir Italia al mando del ejército francés. A la distancia, Josefina lograba apaciguar el carácter y conservar el cariño del general con sus cartas, que eran pocas y cortas para las necesidades de Il Corso que desesperaba en las suyas y le decía cosas como estas. Un espacio de Bárbara Espejo.
1931- Nikola Tesla, el genio de los relámpagos, padre de la corriente alterna que había asegurado: La electricidad soy yo, cumplía 75 años. No creyó nunca en los postulados de Marie Curie. Tampoco en los de Einstein, de hecho, declaró una vez que “Einstein es el mensajero de la época de ruido y de furia. Voy a escribirle y tratar de explicarle que el éter existe y que sus partículas son las que mantienen el universo en armonía y la vida en la eternidad”. No se supo si efectivamente le escribió y le planteo sus diferencias al Premio Nobel alemán pero si hay registro de que Einstein, con ironía o franca estima, le envió una nota para su cumpleaños. Un espacio de Bárbara Espejo.
1955 – Mentes extraordinarios intercambian cartas. Primero dispara el premio nobel, filósofo, ensayista, matemático, historiador y crítico social Bertrand Russel. El destinatario de su carta es, nada más y nada menos que Albert Einstein. Un espacio de Bárbara Espejo.