Camille Claudel IV: El encierro y el olvido
Nadie asistió a despedir su cuerpo amortajado, que fue finalmente arrojado a una fosa común.
Duna
Sonidos de tu Mundo
Nadie asistió a despedir su cuerpo amortajado, que fue finalmente arrojado a una fosa común.
Por mucho que la queramos, bonita no era pero nunca le faltó hombre.
Su exagerada vestimenta parecía que siempre iba o venía de una solemne ceremonia.
Declaró que no sería esclavo de la naturaleza, sino su amo.
No se conformó con triunfar como pintor, quiso que sus 15 minutos de fama fueran como un pulpo que atrapara cada cima de gloria a su alcance.
Se convirtió en el retratista preferido de la alta sociedad mundial.
Sería una estrella de los medios de masas y convertiría el arte en objeto de consumo.
En jóvenes y no tanto provocaba una ansiedad que todos veían pero que nadie podía explicar.
En 1907 inauguró oficialmente el cubismo con sus señoritas de avignon.