Elliott Smith, el artista de la miseria
El artista siempre rehuyó de la fama. Su muerte, en octubre de 2003, terminó convertida en un puzzle policial que decoró la prensa y que, casi 20 años más tarde, sigue como un caso y sin solución.
Duna
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El artista siempre rehuyó de la fama. Su muerte, en octubre de 2003, terminó convertida en un puzzle policial que decoró la prensa y que, casi 20 años más tarde, sigue como un caso y sin solución.
Fue el rostro y la piel de una época agitada. Al frente del grupo australiano INXS, el vocalista se consolidó como un símbolo sexual absoluto, aunque la caricatura terminó por devorar a la persona.
El disco de 1983, funcionó como un regreso soñado para Elton John y una declaración de principios sobre su vigencia frente a los nuevos movimientos que comenzaron a inundar la música pop.
Obsesionado con las nuevas tecnologías de grabación, el guitarrista nse pasó meses en el estudio perfeccionando un sonido que mezcló el blues con la psicodelia y que terminó por hacerlo triunfar en su natal Estados Unidos.
Tras su exitoso debut en 1995 y una gira de 18 meses, Supergrass encontró su madurez artística con el álbum “In it for the money” que incorporó un sonido más denso y menos punk que sus comienzos.
El cuarteto irlandés, que mostraba influencias de los Smiths en sus composiciones, también entregó a la música popular a Dolores O’Riordan, una de las vocalistas más carismáticas de todos los tiempos.
En 1979, el artista editó su debut discográfico que lo hizo conocido también en Estados Unidos a través de su popular single “Is she really going out with him”.
En el caluroso verano de 1972, el artista registró su trabajo más importante, un disco doble en vivo que lo llevó a la cima como cantante y showman.
El disco de 1981, elevó a la banda de Liverpool a la categoría de fundadores de ese synth pop que pronto poblaría la isla británica.