Billy Preston, el quinto Beatle
Las alturas que consiguió en su carrera como solista y colaborador no alcanzaron a borrar sus demonios interiores ni esos traumas que ocultó con alcohol y drogas.
Duna
Sonidos de tu Mundo
Las alturas que consiguió en su carrera como solista y colaborador no alcanzaron a borrar sus demonios interiores ni esos traumas que ocultó con alcohol y drogas.
El disco Excitable Boy, de 1978, fue una excepción en su vida: el resto de su trabajo terminó siendo más inspirador que exitoso y sólo con su muerte logró ser venerado como el gran compositor que era.
En marzo de 1982 su carrera dio un vuelco catastrófico y el cantante nunca volvería a ser el mismo.
El artista superó la segregación y la discriminación con una cuota de genialidad que marcaría a fuego a las nuevas generaciones de la música pop.
Pero su talento terminó ahogado por el alcohol y las fiestas, mientras que su carrera tocó el suelo poco después de haber despegado.
Una niñez de viajes, encierros y tragedias forjaría el carácter del líder de The Clash, la banda que inmortalizó su enorme legado en la música popular.
Las malas decisiones y un mánager inescrupuloso terminaron por llevar al cuarteto británico a su propia tragedia.
Además de cambiar el curso de la música en varias ocasiones, su figura se convirtió en ícono y su imagen en una absoluta leyenda.
Expulsado de la banda y recluido en su casa materna, Barrett terminó sus días en el completo anonimato.
Sus canciones lo harían trascender como uno de los grandes exponentes de la música funk.