Duna
/Sonidos de tu Mundo
1825. La más grande figura de la emancipación hispanoamericana le escribe a su eterno amor, Manuela, conocida como “la libertadora del libertador”, donde le explica por qué debe dejarla ir.
1956. El escritor se dirige a Morris Bishop y le plantea “léalo hasta el final. Lolita es una tragedia, y lo trágico y lo obsceno se excluyen entre ellos”.
Desde que se conoció el realizador con la actriz, la química entre la aspirante actriz de 22 años y el neurótico y talentoso director fue inmediata. Un intercambio de misivas lo comprueba y te las lee Bárbara Espejo.
1936, en plena guerra civil de España, el poeta le escribe a Juan Ramírez de Lucas con quien planeaba fugarse a México.
Lleva un tiempo encerrado por sus supuestas prácticas aberrantes y las propuestas de sus libros, donde plantea que el vicio triunfe siempre por sobre la virtud. El francés está en la cárcel, y desde ahí le escribe a su esposa. “Ámame tanto como sufro”, le escribía el filósofo francés.
El poeta y escritor peruano le pide ayuda a un amigo para que le “tienda una mano” a pocos días de perder la vida.
Los relatos de viajes extraordinarios son los que harán que el francés permanezca para siempre en repisas, bibliotecas y veladores. Cinco años después de “Viaje al centro de la Tierra”, escribió al Paris Journal sobre la acogida de una de sus historia y años más tarde también lo hizo al director del teatro La Porte de Saint-Martin, ambas cartas que fueron subastadas más tarde por miles de euros.
Aún casado con su primera mujer, Minna, el compositor le escribía apasionadas cartas a Matilde Wesendonck. Bárbara Espejo nos guía a través de una de sus misivas.
El año en que se comprometen, los novios enfrentan una distancia desgarradora intercambiando cartas sobre amor y sobre la muerte.
Bárbara Espejo nos lee una carta que envió el famoso capo italiano a su hijo tras haber pasado 15 años prisionero en Alcatraz.
