You really got me
Detrás de cada canción hay una historia y de cada historia una canción.
Un par de agujas pueden cambiar una canción para siempre. Dave Davies de The Kinks, obsesionado con la canción que estaba componiendo tuvo que cortar al parlante de su amplificador y clavarle algunas agujas para lograr un sonido distorsionado. Corría 1964 y finalmente “You really got me” invade el mundo con ese característico riff, alcanzando el tope del ranking. The Kinks habían sentido las bases del rock, que pronto dominaría la escena musical.