Belisario Velasco conversó con Héctor Soto y Eliana Rozas en Terapia Chilensis a propósito de la reciente publicación de sus memorias “Esta historia es mi historia“, en donde revela detalles de su carrera en el servicio público y su trayectoria vinculada a la historia política reciente de Chile, con sus luces y sus sombras.
“Posiblemente en algunas circunstancias no he sido bueno. El que dice ‘solo he sido bueno’ se miente a sí mismo. En política yo me convencí de la democracia cristiana. No de la de hoy. Hecho de menos el partido de los años 57 o 58, que puso en marcha la reforma agraria, la sindicalización campesina, la chilenización del cobre, los sindicatos, los centros de madres, las juntas de vecinos. Un partido que tenía espíritu. Éramos menos bulliciosos pero estábamos convencidos de lo que hacíamos. Pero sigo siendo demócrata cristiano, no voy a renunciar. Y no me han echado tampoco”, comentó el ex ministro del Interior.
Respecto a su rol político durante la dictadura militar en Chile, Velasco contó que estuvo “17 años trabajando en la resistencia”, pero “nunca por la vía armada”. También reveló que vivió esos 17 años “con susto”, debido a su rol como director de radio Balmaceda, desde donde en ocasiones se criticaba al régimen. “Cuando se llevaban a periodistas nosotros veíamos la hora y el número del auto que se los había llevado”.
Belisario Velasco confesó también que de no ser por Lucía Pinochet, hija del dictador Augusto Pinochet, él probablemente no estaría vivo.
“Fue secretaria mía antes del golpe militar. Era joven y estaba recién en la universidad. Fue una persona muy leal, eficiente, muy cooperadora. Tuvimos una gran amistad, que siguió. Yo creo que estoy en este programa gracias a Lucía Pinochet, porque a mi me llevaron a José Domingo Cañas, sin que supiera nadie que era una fábrica de desaparecidos. Y de pronto a las cuatro de la mañana dieron una orden desde arriba y salí. Yo creo que la Lucía se preocupó”, relató.
Revisa la conversación completa en el audio.