Mauricio Rojas: “Nadie puede mostrar una línea de toda mi obra donde yo avale una dictadura o una violación de derechos humanos”

El político e historiador Mauricio Rojas se refirió en Terapia Chilensis a la polémica que detonó su prematura salida del Ministerio de las Culturas y las Artes. Su conversación con Héctor Soto se dio en el contexto de la publicación de su libro “94 horas, crónica de una infamia”, en donde relata este reciente episodio político.

El ex militante de izquierda y autorreconocido converso dirigió sus acusaciones directamente hacia el Partido Comunista, a quienes acusó de orquestar una campaña para sacarlo del gobierno.

“Hay una máquina de mentir y destruir, que es el Partido Comunista, que a un converso, como es mi caso o el del Canciller Roberto Ampuero, no perdona. No perdona no porque seamos conversos o porque hayamos dejado la ideología marxista o la creencia comunista, sino porque no nos hemos callado. Hemos denunciado, hemos hablado y seguiremos hablando y seguiremos denunciando. Por lo tanto, para ellos nuestro crimen es imprescriptible, y estaban sin duda esperando esta oportunidad”, aseguró.

“Ellos son los que sistemáticamente transforman mis palabras, por más cortadas o fuera de contexto que estén, en negacionismo. La misma tarde del día sábado el partido tenía una declaración pidiendo mi destitución como ministro. A lo cual se van sumando distintos personajes como José Miguel Insulza, Heraldo Muñoz, Yasna Provoste, Francisco Vidal, que legitiman esto, compran esto con una facilidad increíble, sin hacer el mínimo trabajo que exigiría una acusación de ese tipo”, complementó.

El político, de pasado en el exilio, lamentó que personajes públicos relevantes hayan validado esta postura. Así también apuntó a que contribuyeron en esta validación sitios de Internet (“que son máquinas de destruir personas con masas de activistas que los apoyan”); perfiles en redes sociales populares en la izquierda (“el Bar liguria es la meca culinaria de la izquierda caviar”); el dolor y la rabia de las personas afectadas por violaciones a derechos humanos, que leyeron esto y se indignaron; su condición de personaje desconocido;  y que “hay una cierta izquierda cultural muy influenciada por el PC, como Zurita”, que, aseguró, actúan en una especie de simbiosis, creyendo que la cultura es de ellos.

Por otro lado, Mauricio Rojas confesó haberse sentido como los muñecos a los que le clavan agujas para causarle daño a otro, ya que lo habrían utilizado como “un medio para darle duro al gobierno”. Y pese a que reconoció que sus declaraciones respecto al Museo de la Memoria fueron desmedidas, negó haber justificado la dictadura o la violación a los derechos humanos.

“Nadie puede mostrar una línea de toda mi obra donde yo avale una dictadura o una violación de derechos humanos”, selló.

Revisa la conversación completa en el audio.